Primero, qué manía de empezar por el final. Bueno, todavía le falta media hora pero da igual. Segundo, no puedo entender que a Jessica Biel se la haya considerado durante años una de las mujeres más bellas de Hollywood: no tiene absolutamente nada. Y tercero, qué película más mala. Lo único bueno que tiene es que despierta expectativas. En un decadente pueblo de la América profunda comienzan a desaparecer niños sin que sepamos cómo. Algunos culpan a un simple individuo pero otros hablan de un hombre alto o de las sombras, como venido de otro mundo. Lo curioso es que en todas las culturas, existe la figura que roba o devora infantes, desde las más siniestras, tipo ogro, a las más suaves, que aseguran que se los llevan las hadas para cuidarlos, especialmente bebés, lo cual es una magnífica explicación para muchos casos.

"El hombre de las sombras" empieza bien pero enseguida se vuelve completamente inverosímil con persecuciones en plena noche e hijos idiotizados que siguen a cualquier extraño. La gran baza de Pascal Laugier es que a la media hora da un giro que supuestamente es impresionante. Sin embargo, tras unos minutos de suspense, lo admito, en el que se tambalea en la fina línea que separa lo original e inteligente de lo delirantemente absurdo, finalmente arroja su película por este costado. Engaño al espectador del tipo de X está zumbado cuando el guionista lo dice pero no antes, ni después o siendo Y el asesino se asusta cuando está solo porque cree que lo van a matar. Es tan falso todo, incluido los personajes de madera, que no vale la pena comentarlo. Normal que con estos mensajes groseros haya tanto niño tirano de sus padres.