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Ciencia ficción. Bélico. Acción Setenta años después de una guerra entre seres humanos y extraterrestres, un niño es enviado a una escuela militar espacial con el fin de prepararlo para una futura invasión. Adaptación de la popular novela de ciencia-ficción de Orson Scott Card.
31 de agosto de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enseguida me asalta una duda. ¿A quién está dirigida esta adaptación de la novela homónima de Orson Scott Card, publicada en 1985? Todo indica que a los jóvenes, incluso a niños, sin que el hecho de que se les trate como a adultos de pelo en pecho genere a nadie ningún malestar. Pues a mí sí. Uno de los rasgos de las políticas totalitarias, se incluye aquí además de a los fascismos y comunismos, a las democracias liberales, es la politización de los más pequeños, convertidos en disciplinados soldados, activistas o ciudadanos conscientes. Se puede alegar que precisamente la obra critica este sistema. Puede que en parte sea así, pero también hay un regodeo en los valores militares y el supuesto heroísmo de Wiggin (Asa Butterfield).

"El juego de Ender" es otra aportación más a ese subgénero juvenil tan en boga en los últimos años que consiste en una sociedad futura apocalíptica, en la que los niños son los que luchan para salvar a la humanidad, mientras que a los adultos ni se les ve. Por ejemplo, la saga de "Los juegos del hambre" (2012-). El caso es que este cruce entre "Top Gun" (1986) y "La chaqueta metálica" (1987) pero en plan adolescente, me resulta molesto, aburrido en su mayor parte e incluso inapropiado para al público al que se dirige. Tampoco ayuda el habitual sesgo igualitario con una niña (se parece a Dafne Fernández) que se presenta con un "tengo más huevos que cualquiera de los que es que hay aquí". Ole, testosterona también para las chicas.

Tal vez lo único realmente interesante sea la reflexión que a partir de aquí se puede hacer de los Derechos Humanos, así en mayúscula. Que conste, que el concepto en sí es absurdo porque no tiene el más mínimo fundamento. Es decir, cualquier argumento para darles validez se le puede aplicar a las lechugas, a los peces de colores o a las piedras. Pero vamos a hacer la vista gorda. Entonces, ¿tienen derechos humanos los no humanos? Por ejemplo, los animales, los seres intermedios o los extraterrestres. Por definición, es imposible pero se insiste por esta línea. ¿Qué es lo que hace que un insector tenga derecho a la vida? ¿Su inteligencia? Pues entonces será "Derechos de los seres inteligentes". Y ¿cómo se fundamentarían?
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