Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
3
Fantástico. Drama Tras la separación de sus padres, Connor (Lewis MacDougall), un chico de 12 años, tendrá que ocuparse de llevar las riendas de la casa, pues su madre (Felicity Jones) está enferma de cáncer. Así las cosas, el niño intentará superar sus miedos y fobias con la ayuda de un monstruo (Liam Neeson), pero sus fantasías tendrán que enfrentarse no sólo con la realidad, sino con su fría y calculadora abuela (Sigourney Weaver). Con este nuevo ... [+]
16 de diciembre de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alabada producción hispano-norteamericana de Juan Antonio Bayona, ganadora de nueve Goyas, pero afortunadamente no al de "mejor película". Se trata de la adaptación de la novela infantil o juvenil de Patrick Ness publicada en el 2011, que no he leído ni ganas tengo visto el fiasco. El largometraje no está más filmado e incluso tiene algunas actuaciones destacables, por ejemplo, la del protagonista Connor (Lewis MacDougall) pero se encuentra con el gravísimo problema de que argumentalmente es un auténtico churro. "Un monstruo viene a verme" va de un niño que sufre porque su madre está enferma de cáncer y parece que se va a morir. ¿Hay algo más? Pues no. Ahora bien, Bayona habrá convencido a los productores sacándose de la manga a un Groot gigante para meter mucho ruido en forma de monstruo. Si vemos el tráiler nos dará la impresión de que se trata de una película de acción y fantasía, con peleas, cosas que se rompen, dragones, caballeros y demás fanfarria. Pero no, no va de nada de esto, sino que la parte animada es el anzuelo para tragarnos un drama tan plano.

Los defensores de "Un monstruo viene a verme" alegarán que bueno, que lo importante es el lado humano, pero tampoco en esta faceta consigue conmoverte aunque sea un poquito. En este sentido, la idea sobre la que parte la película "madre enferma e hijo" la hemos visto varias veces en el cine con muchísimo mejor resultado, por ejemplo, en "Quédate a mi lado" (1998) y sobre todo en la soberbia "Tierras de penumbra" (1993), que consigue en unos cinco minutos, porque la trama principal no es la del niño, dejar en ridículo el torpe, pastoso y reiterativo relato de Bayona. En cualquier caso, unos de los motivos por el que no empatizamos con esta historia es que tal y como se presenta, uno se convence de que Connor, además de ser posiblemente gay (la película tiene una evidente atmósfera homosexual, como que Patick Ness su creador lo es), está loco, es decir, esquizofrénico. Parece claro que el monstruo es producto de su imaginación y las cosas que le vemos hacer lo que hacen es confirmarnos que lo que necesita es un psicólogo o psiquiatra, no un monstruo blandito haciendo de Mary Poppins.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow