Normalmente existe el peligro de cuando un director quiere dárselas de romántico no caer en el intento en la estupidez. Esto es lo que la sucede a "Con los ojos del corazón", en especial con su personaje principal, Dany (Jude Law), que uno tiene la sensación de que es un bobo. Dicho esto la película promete ser una comedia romántica muy típica, por ejemplo, por su insistencia en el "destino", pero al mismo tiempo rompedora. El resultado es confuso, excesivamente cursi y desde luego escasamente romántico. No nos engaños, Charlie Peters pretende satisfacer a un público femenino en exclusivo y por eso diseña tramas, personajes y situaciones para satisfacer sus fantasías, aunque sean muy poco probables y hasta alguna le salga rana adúltera.

A mi parecer lo único bueno que tiene "Con los ojos del corazón", además del reparto, es el tema de Savage Garden, "Truly, maddly, deeply". Ahora bien, de sus tres tramas amorosas, la principal es absurda, la de Nina (Jennifer Tilly) no se la cree nadie (¡pero si en la vida real le saca 14 años a su novio!) y la última, la del marido infiel, es grotesca y dañina. Sabiendo lo que sé no me extraña que la respuesta feminista a los cuernos masculinos sea realmente el trágala, entre sonrisas de toda la familia. "Si a vosotros os vale", que diría Danny. Pues muy bien. Sea como fuere, el azúcar, el enamoramiento fulgurante y comprensivo de los varones o las monedas trucadas no pueden disimular una obra bastante lela, que termina por agotar al espectador.