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4
Comedia España, años setenta, antes de la Ley de Divorcio. Miguel, un ingeniero naval, se enamora de Ana, una joven americana estudiante de Historia del Arte. Para poder casarse por lo civil, Miguel tiene que hacer una declaración previa de apostasía, que lo deja traumatizado, por cuanto significa la ruptura con la Iglesia y la renuncia a sus creencias religiosas. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2020
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que parece seria, dado que pertenece a lo que se conoce como tercera vía, a medio camino entre el cine antifranquista y el puramente comercial, complaciente con el régimen, pero en realidad no lo es mucho, como delata su insistencia en enseñar los pechos de las señoras o señoritas, cuando le apetece, casi siempre de una forma bastante artificial. "Hasta que el matrimonio nos separe" no es otra cosa que cine de destape camuflado discretamente, que estamos aún en 1977 y había que cuidar las formas. Curiosamente, ni Silvia Tortosa, ni Sandra Mozarowsky enseñan carne, lo que es la vida. Y ya que estamos con las actrices, Cristina Galbó es mi preferida pero reconozco que la Tortosa está imponente como católica buenorra, antigua enfermera y mujer en un rol muy tradicional, además con ese look de los setenta inspirado en los cuarenta de lo más elegante y atractivo. Eso sí, le ha faltado lo mejor, como a todas porque nadie lleva, las botas. Por cierto, que la pareja en la ficción que le han buscado a Tortosa le saca en la vida real nada menos que 36 años. Aunque esto tiene una justificación argumental.

En cualquier caso, la obra nos sitúa unos años atrás, Carrero Blanco está vivo, para contarnos una especie de fábula, entre lo irónica y realista, para convencernos de las bondades del divorcio, que por aquel entonces, 1977, aún no existía y de hecho aún tardaría cuatro años en llegar. La película tiene cierta gracia por el tema tratado y la reacción de los personajes, toma en cuenta diversas posturas y su estilo tranquilo no cae mal pero en el fondo no sé si llega a convencer, es una nota que no tengo clara, porque se sustenta en un error gordo: lo necesario que es el divorcio y la crítica a todo lo que en la sociedad española lo hacía imposible. Y es que contra lo que se suele afirmar, el divorcio es totalmente innecesario, más bien es perjudicial, porque existe la separación, la sociedad es flexible y cada pareja funciona a su modo. Para lo único que sirve es para volver a casarse pero este deseo no viene porque se crea en el vínculo matrimonial o por no tener hijos bastardos, las bodas son cada vez más raras y los hijos nacidos fuera del matrimonio, más comunes, sino para obtener respetabilidad social e irritar a la derecha.
Reaccionario
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