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España España · TOLEDO
Voto de MAFALDA:
8
Drama. Romance Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway. (FILMAFFINITY) [+]
24 de mayo de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si conoces algo la vida de Scott Fitzgerald no hace falta decir que “El Gran Gatsby”, su novela más conocida, tiene mucho de autobiográfica. Es la crónica social de una época. Para luchar contra el sentimiento de provisionalidad que se apoderó del mundo tras la guerra, los jóvenes de las clases privilegiadas, arropados por su dinero, se sumergieron de lleno en una vorágine de fiestas, música y alcohol, envueltos en una perenne lasitud que los aislaba de la miseria y el desencanto; una existencia de relajamiento moral e infranqueable separación de clases sociales.

La lucha de un hombre en busca de un sueño que, cuando cree alcanzar, se le deshace entre las manos. Para contarnos la vida hueca de los ricos, egoístas y vacíos, Scott Fitzgerald se desdobla en el libro, protagonista y narrador a la vez, y nos hace participes de su propia decepción.

Gatsby representa el mundo exterior, el ELLO, el polo pulsional, esa caldera de hirvientes estímulos llena de impulsos contradictorios; Nick Carraway representa el mundo interior, el SÚPER-YO, la conciencia moral que castiga con sentimientos de culpa e inferioridad al YO, parte mas o menos racional y reflexiva de la personalidad, abierta al mundo, esa que debe ejercer de agente de adaptación y que, al fracasar en su labor, aboca al SÚPER-YO, incapaz de soportar la conciencia adquirida del vacío existencial, a la nausea y al rechazo del genero humano.

Nick Carraway ejerce de Pepito Grillo de todos los demás, haciéndoles ver sin palabras, a través de su desencanto más que palpable, lo vacua y demencial que es la vida que llevan. Darse cuenta de que nos les importa, adquirir conciencia de su extrema crueldad, de tanta superficialidad, le lleva a recluirse en un sanatorio porque llega a odiar a la humanidad entera.

Como terapia, y para tratar de reconciliarse con el mundo exterior, extraño y hostil, el escritor mata a Gatsby, su parte pública, de una manera tan triste y absurda como triste y absurda ha sido su imaginaria vida, buscando con ello su redención.

Estamos condenados a ser libres y eso asusta, pero rechazar el uso de esa libertad y dejarte adormecer por el alcohol, los falsos oropeles y los asfixiantes convencionalismos sociales te acaba asqueando.

Los cuatro actores principales, Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan y Joel Edgerton, están magníficos. En cuanto al exceso visual que tanto se le critica (las fiestas, las luces, los colorines) me parece muy acertado porque cuando cesa, y lo hace, te permite la introspección que una historia como esta necesita para llegar a identificarte con ella.

¿Por qué creó que es una buena adaptación del libro? Porque cuando terminó sentí lo mismo que al leer éste: una profunda tristeza.
MAFALDA
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