Viajemos al pasado. Pantalla en negro, empieza la música, luego casi tres horas de fila para agarrar un buen campo por fin empezaba la secuela de La Comunidad del Anillo. Sí, filas para entrar al cine, eran otros tiempos. Retomemos, Pantalla en negro, empieza la música, tomas áreas del Paso de Caradhras, en el fondo la voz de Gandalf, recordándonos como cayó en batalla para detener el terrible Balrog y salvar a la comunidad. Un año después el dolor es latente, la herida no cierra. Inmediatamente otro fotograma, no hay espacio para la melancolía, el mago y el demonio caen por un agujero enorme y luchan a muerte, un momento inolvidable, la piel se me enchina, que inicio tan glorioso.

Si La Comunidad del Anillo era esa antesala perfecta para el desarrollo de los personajes y el planteamiento de la situación. Las dos Torres es la secuela donde nos damos cuenta que el anillo es un personaje más que no habíamos tomado en cuenta tan enserio, que el peso de llevarlo a su extinción le está cobrando una factura muy cara al bueno de Frodo, que Sam se estaba convirtiendo en uno de nuestros personajes favoritos, y que en el cine hay un antes y un después en las secuencias de batallas después de esta película. Porque si bien esta generación reciente se criara con el recuerdo de la secuencia de Asemble de Endgame, mi generación se crío con Gandalf llegando del este a la mañana del quinto día y me van a disculpar pero no hay punto de comparación.
Para abonar al legado de esta trilogía hay que resaltar que Peter Jackson es uno de los Fundadores de Weta Digital, porque también hay un antes y un después en efectos especiales después de LOTR. Y es que hay que rescatarlo desde el punto de vista de lo atinado que fue combinar efectos digitales con sets construidos y efectos a la vieja escuela. Es por eso que estos filmes han envejecido bien. A nivel narrativo todo es más denso en esta secuela, los caminos hacia la esperanza y el triunfo son muy estrechos y dolorosos. Los aliados son pocos. La esperanza ha abandonado Rohan dice Eomer en un dialogo y esa es la sensación general del filme. Por ahí tenemos que pasar por momentos sublimes como la revelación del mago blanco a nuestros amigos, el enfrentamiento entre Gandalf y Théoden dominado por Saruman, y por supuesto esos 50 minutos gloriosos finales de la Batalla en el Abismo de Helm que sigue luciendo tan impresionante como siempre.
De nuevo todo está equilibrado en tres horas, pasan muchas cosas pero en el fondo conocemos a los personajes de mejor forma y es imposible no sentirse afectado por lo que les pasa o les deja de pasar. El casting sigue estando espectacular pero tal vez el aplauso de pie aquí se lo lleve un Andy Serkins demostrando que puede ser un tremendo actor detrás un monstruo creado digitalmente. Lo de Gollum es increíble a nivel visual, narrativo y de personaje.

Las dos torres es la película que más disfruto de ver de las tres, incluso en sus pasajes por Gondor donde el ritmo cae un poco porque se alterna con una batalla pero se justifica porque dentro de Frodo, Faramir y el anillo hay una cruzada más importante y trascendente. Al final y después de tres horas, había que esperar un año más, y mi pregunta era una sola. Como harán para igualar o superar esta bestialidad. Por cierto la banda sonora, Howard Shore, el segundo aplauso de pie es para vos.