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Voto de Hartigan:
9
Animación. Drama. Comedia Primer largometraje de Adam Elliot, ganador de un Oscar con el cortometraje "Harvey Krumpet". Narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York, y una niña australiana de ocho años que vive en los suburbios de Melbourne. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2011
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente, y salvo contadas excepciones (gracias, sobre todo, a los amigos de Pixar), las películas de animación me parecen todas iguales, mismo estilo, misma historia, mismo patrón y mismos chistes. Por eso se agradece que de vez en cuando alguien se arriesgue con algo distinto, original, más alejado de lo comercial, tanto en el estilo como en la historia. El inconveniente de esto es que, como ocurre en este caso, inexplicablemente, una gran película termina por no llegar al gran público. (No creo que se vaya a acabar el mundo por poner una película australiana en cartelera). Bueno, a lo que iba.
Mary es una niña de ocho años que vive en Australia con una madre cleptómana y adicta al jerez y un padre ausente que vive rodeado por los pájaros disecados que el mismo fabrica. Y por si fuera poco con lo que tiene en casa, sus compañeros la marginan por la extraña marca de nacimiento que tiene en la frente. Max es un solterón obeso de 44 años con graves limitaciones para las relaciones sociales que vive en un pequeño apartamento en Nueva York, el cual comparte con un antiguo amigo imaginario. Su vida en un ambiente para ellos hostil, unido a su ferviente deseo de encontrar un amigo, lleva a estos dos extraños personajes a iniciar una amistad transoceánica por carta de una forma tan rara como casual, amistad que, superando múltiples obstáculos, se mantendrá durante toda su vida.
Prácticamente toda la historia se desarrolla sin apenas diálogos entre los personajes, usando únicamente un narrador que nos va relatando, como si fuera un cuento para niños, al estilo “Amelie”, las peripecias de los dos protagonistas. Pero “Mary & Max” no es para niños, ya que , a diferencia de otras películas de este tipo, donde todo es felicidad y la amistad salva el día, es gris, oscura, tanto visualmente como en su presentación de la realidad, y no le importa tratar temas tan serios y adultos como la soledad, la sexualidad, la depresión, el suicidio, la marginación o los problemas mentales. Y sin embargo trata todos estos temas sin dejar de lado el humor, eso sí, un humor irónico y muy negro, buscando muchas veces ridiculizar a los propios personajes, reírse de sus ocurrencias y de sus desgracias, pero siempre manteniendo un equilibrio con la seriedad de los temas tratados, y con una gran sensibilidad. Esto provoca el choque de emociones contrapuestas en el espectador, el paso de la carcajada a la depresión. Da mucho por lo que reír, pero también mucho sobre lo que pensar. *Sigo en spoiler*
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hartigan
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