Desde hace tiempo que tenía ganas de ver esta película, pero hasta hace poco entré al cine de Estrada. Soy estudiante de la UNAM, más específico, el área de las ciencias sociales, así que tener que ver esta película no fue sorpresa alguna. Lo que sí me molesta es que tengas que engañar taquilleras para acceder. Poner una clasificación solo para mayores de edad en esta película, aunque quizá merecida, nos afecta a los miles de estudiantes que tendremos que observarla.
Bueno, de alguna forma logré entrar a la sala y ya con boleto en mano, hice una rápida reflexión de como es México.
Comienza la función y así mismo los aciertos. Nos topamos con un humor negro, maravillosamente bien trabajado por un inmejorable elenco. Pero la trama no se descuida, sino que se acentñua poco a poco, y aunque las dos horas y media de metraje parecen innecesarias antes de comenzar su visionado, descubres que en realidad están muy aprovechadas, ya que no decae en ningun momento.
Ahora, ¿nos despierta mucha reflexión? Por lo menos a mí no, después de todo, también habito en el infierno y no soy precisamente ciego. No obstante, funciona muy bien como una crítica, una sátira ácida de nuestra sociedad, lo cual es ya de por sí un gigantezco esfuerzo.
A pesar de tener escenas de sexo y violencia explícitas, estas no se introducen gratis, sino que tienen un motivo de ser, que nos muestran la turbulencia de la vida de crimen mexicano.
En conclusión, es una maravillosa película de cine mexicano (como hay pocas), una exquisita sátira y un humor negro que puede ofender a muchos, pero que hará las delicias de muchos otros, muy bien por el riesgo que corre el equipo técnico.