Después de verle en 'El regreso de la momia' donde empezamos a conocer al rey escorpión, se hizo este spin-off solo un año después con el respaldo de Dwayne Johnson volviendo a interpretar al personaje y con Stephen Sommers en el guion, cosa que garantiza un mínimo de calidad. Claro que no esperen aquí a los O'Connell.

Si nos ponemos estrictos, realmente toda la historia sobre el personaje de Johnson ya se contaba en el filme de Sommers de 2001; pero, por otra parte, el luchador metido a actor es un reclamo que puede atraer a la gente a ver la película donde esté metido. Bien es cierto que no llega a la talla de Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger o Bruce Willis; sin embargo, puede liderar una película sin problemas.

En este caso, se narra el ascenso de Mathayus (Johnson) de guerrero a rey con una aventura cortita y al pie acompañado de conocidos actores como Michael Clarke Duncan -que en paz descanse-, Kelly Hu o Grant Heslov, quien vendría a ser el Jonathan Carnahan de la saga de 'La momia', pero de marca blanca, sin que pretenda sonar despectivo esta vez.

Cortita y al pie no es malo, per se, pues a veces no es necesario complicarse la vida, y esta producción no lo hace. Se trata de una historia de aventuras y acción bien interpretada y narrada que para la gente que no son muy tiquismiquis (los "ñi ñi ñi" de toda la vida) les puede servir perfectamente de pasatiempo. Si no eres de esos y lo mismo te vale un roto y un descosido esta puede ser tu película, pues hay solventes interpretaciones, entretenimiento, paisajes y una banda sonora de John Debney que aprueba; si no, corre y no mires atrás.