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Voto de Michael Myers:
8
Drama Frederick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército, asesina fríamente al presunto violador de su mujer (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler (James Stewart), un honrado hombre de leyes. Durante el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. Uno de los dramas judiciales más famosos de la historia del cine. (FILMAFFINITY)
30 de septiembre de 2020
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Soy un seguidor del cine de juicios, a veces dan secuencias para la posteridad como aquella mítica frase de "¿ordenó usted el código rojo?" de 'Algunos hombres buenos' o cuenta con cintas por encima de la media como el ya citado trabajo de Rob Reiner o 'Las dos caras de la verdad'. 'Anatomía de un asesinato', por lo tanto, tarde o temprano iba a caer.

Desde luego, la fama que atesora más de 60 años después es cierta, es un peliculón de la cabeza a los pies que falla en ciertos detalles, pero, en resumen, es bastante disfrutable.

Su mayor virtud es que las 2 horas y 40 minutos que dura pasan prácticamente volando. Desde el principio hasta el final no hay un momento de pausa y van al grano sin perder tiempo, no hay secuencias prescindibles y todas tienen su sentido, tengan más o menos importancia en la trama; por el otro lado, el reparto tan potente del que dispone Otto Preminger hace honor a su reputación. Salvo quizás Ben Gazzara, que tiene un papel que no lo hace lucir mucho, el trío James Stewart-Lee Remick (de las actrices más bellas y resplandecientes que he visto que no invalida su enorme talento) -George C. Scott hacen que sea hasta un lujo verlos.

El guion como tal parece que pasa desapercibido, ya que es, en líneas generales, principio, nudo y desenlace del juicio a Frederick Manion; en los matices es donde está la virtud con las interpretaciones del elenco (no quiero olvidar a los secundarios, parte también importante) y el juicio en sí mismo con sus diferentes fases y comportamientos de la gente presente que consiguen no despegar el ojo de la pantalla esperando la resolución.

Quienes estén interesados en trabajar en el mundo de la abogacía, les interese el Derecho o sean solamente aficionados al cine creo que no deberían pasar por alto este soberbio trabajo. Hay que reservar unas tres horas para poder verla, sí, aunque creo que después no notarán el paso del tiempo y quienes estén en el primer caso creo que deberían aspirar a ser como Paul Biegler que será pueblerino, pero de tonto no tiene un pelo.
Michael Myers
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