Siendo esta un clásico del género de aventuras de los años 90 el que no la haya visto hasta el día de hoy podría suponer un gran delito para la policía del cine, y creo que con razón porque estamos ante una excelente adaptación del personaje creado por alguien que aún a día de hoy está en el anonimato.

Kevin Reynolds dirige a su tocayo Costner en esta nueva adaptación del personaje que robaba a los ricos para dárselo a los pobres (y quedarse con la chica) que llevaba adaptándose al cine desde 1922 con Douglas Fairbanks como el príncipe de los ladrones, pasando por Errol Flynn o Sean Connery, entre otros. Y es el señor Costner, con lo que él se esfuerza, quien coge el manto de forma impecable teniendo el carisma y atractivo que debe tener un personaje de esas características. Se notaba además que estaba en su época dorada teniendo reciente el éxito de 'Bailando con lobos' y ese mismo año estrenaría otra gran película como es 'J.F.K.: Caso abierto'.

Claro que uno de los varios aciertos del filme es no depender del actor de 'Bailando con lobos' como protagonista, teniendo además otros actores de prestigio como son Morgan Freeman como el compinche de aventuras Azeem, Alan Rickman (a quien se le sigue echando de menos) como el villano Sheriff de Nottingham, Christian Slater como Will Scarlett y una gran actriz como Mary Elizabeth Mastrantonio interpretando a la indispensable Lady Marian. Todos ellos, junto a un plantel de actores secundarios igual de importantes para el funcionamiento de la historia, es uno de los pilares de la cinta.

Los otros pilares que cimentan la sólida estructura son una ambientación de la época muy cuidada con vestuarios y lugares muy bien realizados y filmados, además de unos bellos paisajes montañosos vistos durante el principio en la que uno puede estar en paz durante un buen rato y una banda sonora sensacional de Michael Kamen (quien también nos dejó, como Alan Rickman, demasiado pronto) destacando un tema principal que como curiosidad formaría parte en adelante del logo de la productora Morgan Creek cada vez que hiciese acto de presencia.

No quisiera pasar por alto el último acierto y es un manejo del ritmo en la narración de lo mejor que he visto en los últimos años. El guion de Pen Densham y John Watson engloba un largometraje de dos horas y media en el que parece que dure hora y media o dos, pues desde el principio hasta el final cada escena cuenta y tiene su importancia, haciendo que el espectador preste siempre atención.

Aunque ahora Kevin Reynolds sea conocido por muchos como el director del desastre de 'Waterworld' (película salvable, en mi modesta opinión), no sería justo con él olvidar que fue capaz de dirigir una historia de aventuras que fue capaz de ponerse a la altura de adaptaciones cinematográficas anteriores de Robin Hood y dando cine comercial de gran calidad, no solo para estar entretenido lo que dure, sino complacido con lo que se ve.