Agradezco que Todd Phillips esté dando un cambio de rumbo hacia la seriedad y moderada madurez tras la trilogía de "Resacón". Pero en mi opinión va a tener que seguir esforzándose, pues "Juego de armas" no es suficiente para solidificar esa transición con verdadera determinación. La película resulta decepcionante porque se queda sin gas conforme avanza, no aprovecha todas sus virtudes y toma modelos de los cuales presume pero que no exprime como esta película realmente merecía.
El guión comienza bien, con algunas risas mordaces y eficaz mirada crítica a cómo funcionan los negocios de la venta de munición y armas. Sus modelos, sin ninguna duda, son la notable "El lobo de Wall Street" (sobre todo en el estilo de narrar la película) y la perfecta "El precio del poder" (las referencias desde el póster de la cinta son notorias). La película trata de seguir estos modelos sin éxito, pero con un mínimo de dignidad por encima del aprobado (personificada en el codicioso Jonah Hill, la narración de Miles Teller). Pero una vez pasada su primera operación de armas con éxito, tanto el ritmo como la película se apagan poco a poco. Si ya la historia era predecible por ser la típica de ascensión y caída, en vez de aprovechar y llevar la narración al límite como por ejemplo hace Scorsese en buena parte de sus películas, aquí Phillips (o los guionistas, mejor dicho) se atragantan y se mantienen en piloto automático. Lo único que llevan al límite es la repetición de palabrotas por minuto y eso ya no vale. Es más, ya cansa.
La factura técnica y la dirección son elegantes y notable, nada que decir respecto a eso.
Las interpretaciones son buenas entre los dos protagonistas, aunque reconozco que si bien Jonah Hill me metió primero en el bolsillo al empezar la película, Miles Teller la comanda desde su segunda mitad hasta su final. Desconozco si es que el guión es así para equilibrar el protagonismo entre ambos, o si el personaje de Hill empezó arrollando y acabó más ausente y predecible, mientras que el de Teller sí fue ganando terreno poco a poco. Ana de Armas representa la mujer objeto y considero que está ahí para hacer la aparición testimonial en una producción de Hollywood. Ojalá hubiera tenido un mucho mejor papel, como Michelle Pfeiffer o Margot Robbie sí tuvieron en aquellas películas que tanto toman como bases (de hasta casi eclipsar a sus parejas en aquellas películas). Bradley Cooper es más un cameo extendido, pero cuando aparece es convincente. El resto de secundarios cumplen en sus respectivos roles, nada nuevo que decir.
Desaprovechando su premisa de tener una película realmente divertida y realmente alocada, resultando previsible y hasta repetitiva en momentos, carente de energía sobre todo en su segunda mitad y de verdadera gracia en todo el largometraje, "Juego de armas" me parece una decepción. Siendo realista y justo con ello, sinceramente no merece ni el aprobado porque pretende abordar un tema fuerte siendo blanda. No me preocupó la historia en su desenlace, ni tampoco ese enigmático epílogo me dejó intrigado por saber qué decisión tomaría determinado personaje. De haber remontado precisamente en su final o de haber exprimido mejor al dúo protagonista, aprobaría. Pero tras quedar a medio gas, la trama prefiere estirarse hasta que ya no queda nada que ver. El verano de 2016 se despide de forma oficial entregando un juego que no es tal, en una película que parte de mitos cinematográficos a los que no llega ni queriendo. Si Phillips sigue por esta senda, perfecto. Pero que se meta con mejores guiones.