Película perfecta... entendiendo perfecta en cuanto que ofrece todo lo que se espera de ella y más.

Mad Max: que nadie espere una película sobre reflexiones profundadas a cuenta del destino de la humanidad en un mundo postapocalíptico, grandes diálogos, cambios de giro en el guión, etc. No va de eso, como cabe esperar por otra parte, dado el título. Es pura acción. Sin más. Una persecución de dos horas en la que se te mete en la nariz el olor a gasolina y aceite, y en los ojos la arena del desierto.

Por eso la nota. Claro que hay películas cinematográficamente mucho mejores, pero en mi opinión cada una debe ser valorada en su contexto, según el fin que tiene. Una comedia es buena si hace que no pares de reír, un drama si te emociona de verdad, un thriller si te mantiene en tensión todo el tiempo, una de terror si llegas a casa y andas con la mosca detrás de la oreja mirando debajo de la cama o si hay un charco de agua delante del televisor. Y una de acción pues eso, que no te suelte en toda su duración, que haga que no pienses en nada (a veces hasta es sano dejar la mente en blanco de vez en cuando), simplemente que te dejes llevar por el chorreo de imágenes impactantes, sin que te pares a analizar que eso es físicamente imposible, que vaya fantasmada... En definitiva, volver un poco a nuestra infancia y simplemente disfrutar como en una atracción de feria. Y eso, esta película lo da con creces.