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Colombia Colombia · Cartagena
Voto de Alejandro:
9
Animación. Drama. Comedia Primer largometraje de Adam Elliot, ganador de un Oscar con el cortometraje "Harvey Krumpet". Narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York, y una niña australiana de ocho años que vive en los suburbios de Melbourne. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es probablemente una de las mejores películas animadas que he visto. Llegue a verla por casualidad, la encontré en una página de internet en el 2009 y me llamó mucho la atención el argumento. Cuando la terminé de ver quedé maravillado y muy conmovido con estos dos personajes atípicos y memorables.

Para mí es una Obra maestra de la animación (y en general). A veces pensamos que la animación implica directamente película para niños, y no es así, es otra forma de expresión. Y en este caso con la técnica “claymation” o plastilina, el gran Elliot logra conmovernos con una historia que traspasa y atraviesa nuestras emociones.

La película trata de la amistad a través de mensajes de correo Mary y Max, dos personajes tan normales, atípicos, miserables, temerosos y a la vez tan humanos y memorables. Max es un hombre maduro que sufre del Síndrome de Asperger y vive en Norteamérica y Mary es una niña australiana que vive en hogar disfuncional y pobre. Mary elige un día en un directorio al azar un nombre para escribirle haciéndole una pregunta sobre: ¿de dónde vienen los niños?. Max se sorprende al recibir la carta y se emociona y le responde. Así empieza este lazo de amistad, entre estos dos seres pisoteados, que a pesar de la diferencia de edad encontraron muchas similitudes entre ellos mismos. Su soledad, su tristeza, sus miedos y anhelos.

El guión del mismo Elliot es brillante, con mensajes ingeniosos que se envían entre Max y Mary, además del drama, el humor negro que abunda en todo el filme. Mary y Max es una película además con muchos símbolos, que Elliot camufla en su particular humor y hace que nos identifiquemos con sus personajes, que representan esa parte con la que alguna vez nos hemos encontrado y sentido.

Cuando la vi por primera vez, me conmoví mucho, sentí la historia y reflexione bastante. La música es un buen complemento que Elliot utiliza muy bien en la formación de las escenas, que son hechas con tanto detalle y perfeccionismo que impresiona.

Las voces son excelentes, la voz en off, y la voz de Max, que está a cargo del gran actor Philip Seymour Hoffman, la voz de Mary, a cargo de la gran actriz Toni Collette. Con sus voces, podemos sentir aún más las emociones de los personajes, que tan detalladamente están personificados.

Elliot logra que pensemos que estamos viendo una película con personajes de carne y hueso y no de plastilina.

Muy recomendada, es toda una experiencia emocional. Lo mejor del 2009.
Alejandro
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