Segunda incursión de Robert De Niro como director, que también interviene como actor en un papel secundario, en un drama de espionaje que narra los orígenes de la actual CIA. Matt Damon es el perfecto americano y candidato ideal para dirigir las operaciones secretas que Estados Unidos llevó a cabo en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Su conducta intachable, su brillante currículo y sobre todo su patriotismo indiscutible, le llevan a ascender en el escalafón y triunfar en su profesión a costa de mantener a su familia relegada a un plano secundario.

Se trata de un film interesante pero que no me termina de convencer porque la trama de espionaje me parece excesivamente confusa. Aunque se entiende no se disfruta, no entretiene. Funciona mejor el lado dramático de la historia. Un sobrio Matt Damon resulta muy creíble en su papel. Un hombre retraído y lacónico que reúne las condiciones perfectas para ser espía pero que al mismo tiempo la discreción obligada de su trabajo le mantiene distante y alejado de su mujer y su hijo. Mientras su vida laboral va sobre ruedas su vida familiar se desmorona. El problema viene cuando ambas choquen y Damon tenga que tomar una decisión crucial.

Destacaría también el reparto estelar con un debutante Eddie Redmayne en el papel de hijo de Damon y la belleza total de Angelina Jolie. Creo que es la película en la que más guapa sale.