Un aluvión de efectos visuales es lo que propone esta mediocre secuela de uno de los grandes éxitos de los noventa Men in black. Estamos ante una tardía segunda parte abundante en gags cómicos, algunos más divertidos que otros y repleta de personajes estrafalarios que acaban por cansar. Muchas escenas de humor basan su efectividad en golpes chuscos y efectos mediocres, sobre todo los tentáculos de la mala de la película interpretada por una exuberante Lara Flynn Boyle, tan delgada que sigue pesando lo mismo que cuando nació. El protagonismo de la cinta recae en Will Smith, más popular que Tommy Lee Jones y juntos volverán a encarnar a los trajeados hombres de negro enfrentándose a los peores alienígenas de la galaxia. Entre ellos destaca Michael Jackson haciendo un breve cameo y no lo hace mal del todo porque es el único que parece un marciano de verdad. Algunas secuencias son demasiado estúpidas y muchos de los extraterrestres se pasan cuatro pueblos haciendo el bobo. Eso unido al doblaje en español cuya traducción incluye gilipolleces del estilo "tope guay " y "mola mazo" hacen que la película se indigeste. Ridícula.