Media votos
6.1
Votos
2,522
Críticas
2,368
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Harold Angel:
4
4.6
4,074
Terror
Un idílico verano va a convertirse en la peor de las pesadillas para otro grupo de despreocupados jóvenes de vacaciones. Ignorando el legado de sangre del campamento de Crystal Lake, uno por uno van siendo víctimas del maníaco Jason, quien los acecha en cada momento. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steve Miner volvió a hacerse cargo de la tercera entrega de las matanzas de Jason Voorhees en esta irregular continuación que resulta bastante grotesca y repetitiva. Por primera vez vemos a Jason ponerse la icónica máscara de hockey y además sus sangrientas correrías están filmadas en formato tres dimensiones muy de moda en aquel entonces. Sin embargo veo a los protagonistas muy torpes y ridículos. No hay una historia, simplemente se presentan unos personajes planos listos para ir al matadero. Acuden al famoso campamento donde de nuevo les espera Jason y asistimos a varias secuencias de matanzas sangrientas algunas más logradas que otras y también una bochornosa. (spoiler)
En definitiva la saga ya no daba para más y argumentalmente se resiente pero fue un éxito mayor que la segunda y la secuela no se hizo esperar. Lo mejor el marchoso tema de inicio a base se sintetizadores. Si Jason hubiese aparecido bailándolo durante los títulos de crédito con su aspecto de vengador tóxico, le habría dado un cinco a la peli.
En definitiva la saga ya no daba para más y argumentalmente se resiente pero fue un éxito mayor que la segunda y la secuela no se hizo esperar. Lo mejor el marchoso tema de inicio a base se sintetizadores. Si Jason hubiese aparecido bailándolo durante los títulos de crédito con su aspecto de vengador tóxico, le habría dado un cinco a la peli.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Como aquella en la que Voorhees aplasta la cabeza a uno de los jóvenes y se le sale el ojo. O cuando aparece de nuevo el negro macarra que creíamos muerto y Jason vuelve a darle su merecido empezando por cortarle una mano de un machetazo. O la escena final en la que otra vez aparece la versión juvenil de Jason surgiendo del lago para atacar a la protagonista en la barca como ya sucediera en la primera parte.
El personaje del gordo bromista de rizos que quiere que le compadezcan da mucho asco y te alegras cuando se lo cargan. La banda de macarras de la gasolinera está metida en la historia con calzador. O el matrimonio del comienzo que parece sacado de una teleserie cañí. O la pareja de porretas haciendo el bobo más de la cuenta sobra.
El personaje del gordo bromista de rizos que quiere que le compadezcan da mucho asco y te alegras cuando se lo cargan. La banda de macarras de la gasolinera está metida en la historia con calzador. O el matrimonio del comienzo que parece sacado de una teleserie cañí. O la pareja de porretas haciendo el bobo más de la cuenta sobra.