Prescindible obra de suspense rodada sin ninguna imaginación y que lo único que produce es indiferencia. Apena ver a un reparto tan competente desperdiciar su talento en una producción tan mediocre como fallida. Kurt Russell realiza un gran trabajo, probablemente uno de los mejores de su carrera, le acompaña un debutante Andy García, muy elegante como detective y una bella Mariel Hemingway a la que podemos ver en top less saliendo de la ducha. El villano de la función está interpretado por el siempre eficaz Richard Jordan, la banda sonora es del casi siempre inspirado Lalo Schifrin, pero a pesar de estos alicientes el guión es muy flojo. Carece de la emoción y la originalidad necesarias para llamar la atención. Ya en su momento la película fue un fracaso. Hoy en día tampoco merece la pena recuperarla porque ha envejecido fatal. Parece que estemos ante un telefilm de las tres y media de esos que emitían en Antena 3 hace años.

La película cuenta la historia de un psicópata que tiene previsto asesinar a cinco personas para llamar la atención. Para ello necesita de la colaboración de un periodista que escriba sobre sus crímenes para publicitarle. El reportero en cuestión es Kurt Russell, que tiene previsto escaparse con su mujer a un pequeño pueblo en Colorado abandonando su trabajo en la redacción de Miami. Sin embargo, cuando el asesino le escoge para contarle dónde se encuentran los cadáveres no le quedará más remedio que colaborar con la policía para cazar al asesino. El argumento es muy tópico, sobre todo al final cuando se pretende sorprender al espectador y lo único que se consigue es aburrir.