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Voto de Harold Angel:
7
7.8
32,398
7 de septiembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante y célebre musical que revitalizó el género, dirigido por el experto en el tema Bob Fosse, que se llevó ocho oscars aunque finalmente perdiera la pugna con El Padrino de Coppola. Cuenta la historia de un profesor de inglés que trata de ganarse la vida en el Berlín pre-nazi de los años treinta. Allí conocerá a una simpática bailarina con la que trabará amistad. Una época de crisis en la que los problemas se olvidaban acudiendo a los cabarets.
La película destaca obviamente por sus números musicales y por la interpretación de sus protagonistas. Tanto Minnelli como Grey se llevaron merecidamente los oscars por sus magníficas interpretaciones. La primera demostró sus aptitudes para el canto y el baile a parte de resultar una persona encantadora a pesar de su fealdad. Al segundo no le costó interpretar su papel puesto que ya lo hacía en las versiones teatrales. Pero tampoco sería injusto menospreciar las interpretaciones del resto del reparto, en especial la de Michael York y la de la bellísima Marisa Berenson.
La película destaca obviamente por sus números musicales y por la interpretación de sus protagonistas. Tanto Minnelli como Grey se llevaron merecidamente los oscars por sus magníficas interpretaciones. La primera demostró sus aptitudes para el canto y el baile a parte de resultar una persona encantadora a pesar de su fealdad. Al segundo no le costó interpretar su papel puesto que ya lo hacía en las versiones teatrales. Pero tampoco sería injusto menospreciar las interpretaciones del resto del reparto, en especial la de Michael York y la de la bellísima Marisa Berenson.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es famosa la canción de bienvenida que canta el travieso de Joel Grey al comienzo, así como la que canta un joven de las juventudes hitlerianas que con su entusiasmo consigue que todo el que le escucha se una a él. Una escena que refleja muy bien la capacidad del nazismo para penetrar en la sociedad alemana de la época. Al final la mayoría del público que acude al cabaret es nazi. Una ideología que se extendió como un virus entre una población que se dejó seducir por ella motivada por el desencanto, la crisis económica y social, pero sobre todo, por las humillantes condiciones impuestas por los aliados tras la Primera Guerra Mundial.