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Voto de Tony_clifton:
3
2019
Damon Lindelof (Creador), Steph Green ...
7.4
12,766
Serie de TV. Thriller. Fantástico. Ciencia ficción. Intriga
Serie de TV. (2019) 1 temporada. 9 episodios. Ambientada en un universo alternativo en el que los vigilantes enmascarados son tratados como criminales, la serie 'Watchmen' utiliza el universo del cómic original creado por Alan Moore para crear un contenido completamente nuevo.
16 de diciembre de 2019
88 de 145 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie está entretenida, para qué negarlo. La narrativa va a saltos, pero entre unos y otros termina por tener algún sentido. A nivel formal el argumento es aceptable, cuestión de gustos, pero aceptable. Correcto. Capítulo a capítulo se mantiene la tensión, uno casi llega a emocionarse pensando que va a saber más cosas de la primera generación de los Minute Men... casi.
Los actores, a excepción de Jeremy Irons, que es un mastodonte de la pantalla (aunque esta no sea su mejor interpretación), más bien tirando a mediocres.
Poco más qué decir a favor. Solo queda empezar a maldecir.
Del "espíritu" original de Watchmen no hay NADA. Ni de la novela gráfica ni de su adaptación al cine de Zack Snyder. No digo ya la reflexión sobre la violencia, los límites de la autoridad y el poder, la crítica a la hipocresía y las paradojas del progreso tecnológico.. ni siquiera se conserva su estética . Se intenta, eso sí, pero cosechando fiasco tras fiasco. Ni siquiera llega a plagio. Tampoco a copia barata. Se da la paradójica situación de que pretendiendo homenajear al original, se termina por insultarlo y despreciarlo. Lo peor es que ni siquiera es consciente. En el original había arte, cuidado por la obra y el mensaje. Aquí solo hay publicidad, panfletismo, sumisión a la cultura del entretenimiento en el peor sentido posible. Lo peor es que cosechará un tremendo éxito, lo que confirmará sus premisas, justificando así el seguir haciendo bazofias pseudo-intelectuales de este calibre. Hacer creer al espectador que es muy listo mediante una trama enrevesada, pero sin absolutamente ninguna complejidad real.
La reducción del universo de la violencia al racismo sistémico de los EE.UU. le deja a uno con la sensación de que toman al espectador por un monigote moral polarizado e incapaz de sensibilidad. La reivindicación anti-racista, digna y necesaria, en manos de los creadores de esta serie se vuelve una parodia que termina por justificar lo que quisiera criticar. Lamentable.
Los actores, a excepción de Jeremy Irons, que es un mastodonte de la pantalla (aunque esta no sea su mejor interpretación), más bien tirando a mediocres.
Poco más qué decir a favor. Solo queda empezar a maldecir.
Del "espíritu" original de Watchmen no hay NADA. Ni de la novela gráfica ni de su adaptación al cine de Zack Snyder. No digo ya la reflexión sobre la violencia, los límites de la autoridad y el poder, la crítica a la hipocresía y las paradojas del progreso tecnológico.. ni siquiera se conserva su estética . Se intenta, eso sí, pero cosechando fiasco tras fiasco. Ni siquiera llega a plagio. Tampoco a copia barata. Se da la paradójica situación de que pretendiendo homenajear al original, se termina por insultarlo y despreciarlo. Lo peor es que ni siquiera es consciente. En el original había arte, cuidado por la obra y el mensaje. Aquí solo hay publicidad, panfletismo, sumisión a la cultura del entretenimiento en el peor sentido posible. Lo peor es que cosechará un tremendo éxito, lo que confirmará sus premisas, justificando así el seguir haciendo bazofias pseudo-intelectuales de este calibre. Hacer creer al espectador que es muy listo mediante una trama enrevesada, pero sin absolutamente ninguna complejidad real.
La reducción del universo de la violencia al racismo sistémico de los EE.UU. le deja a uno con la sensación de que toman al espectador por un monigote moral polarizado e incapaz de sensibilidad. La reivindicación anti-racista, digna y necesaria, en manos de los creadores de esta serie se vuelve una parodia que termina por justificar lo que quisiera criticar. Lamentable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Si la serie consigue mantenerse en pie capítulo a capítulo gracias a, como decía, la esperanza de saber más sobre el origen de los Minute Men y a la forma narrativa del hype bien articulada, todo se desmorona al final. Y se desmorona a lo grande.
En el Watchmen original la justicia y la paz se presentan de acuerdo a algunas de sus paradojas inherentes, las relativas a la violencia y el poder. Nada que no dijeran ya los pensadores de la escuela de Frankfurt. El mérito del original radica en plantear y mostrar estas cuestiones en una historia concreta muy pertinente con las circunstancias políticas cercanas, con una estética original y atractiva y con unos personajes complejos y bien construidos.
Aquí se invierten los términos de la ecuación. Se plantean contradicciones y complejidades estructurales por medio de la narración y la construcción de los caracteres, para finalmente resolverlos de un golpe (la detención de Adrian Veidt, y la forma en que se produce, el petulante desdén de la escena, por ejemplo), dejando un final de "fairy tale", pero encima cutre. Y ya para terminar por todo lo bajo, se creerán que con la última escena, con ese pequeño hilo del que tirar para futuras entregas (espero que no, visto lo visto), consiguen darle a su pobre creación un matiz de apertura que la enriquece. De eso NADA.
No hay que confundir la apertura de un final bien logrado (cosa que no exige una continuación, aunque si la deja como posibilidad), con un gancho obvio que sigue a un final cerrado, solo para seguir haciendo billetes.
No señor Lindelof, esto no es Watchmen, invéntese su propia ficción para hacer el ridículo. Y deje los finales abiertos sin tocar. Desde luego no es lo suyo.
(Nota final: 3.5)
En el Watchmen original la justicia y la paz se presentan de acuerdo a algunas de sus paradojas inherentes, las relativas a la violencia y el poder. Nada que no dijeran ya los pensadores de la escuela de Frankfurt. El mérito del original radica en plantear y mostrar estas cuestiones en una historia concreta muy pertinente con las circunstancias políticas cercanas, con una estética original y atractiva y con unos personajes complejos y bien construidos.
Aquí se invierten los términos de la ecuación. Se plantean contradicciones y complejidades estructurales por medio de la narración y la construcción de los caracteres, para finalmente resolverlos de un golpe (la detención de Adrian Veidt, y la forma en que se produce, el petulante desdén de la escena, por ejemplo), dejando un final de "fairy tale", pero encima cutre. Y ya para terminar por todo lo bajo, se creerán que con la última escena, con ese pequeño hilo del que tirar para futuras entregas (espero que no, visto lo visto), consiguen darle a su pobre creación un matiz de apertura que la enriquece. De eso NADA.
No hay que confundir la apertura de un final bien logrado (cosa que no exige una continuación, aunque si la deja como posibilidad), con un gancho obvio que sigue a un final cerrado, solo para seguir haciendo billetes.
No señor Lindelof, esto no es Watchmen, invéntese su propia ficción para hacer el ridículo. Y deje los finales abiertos sin tocar. Desde luego no es lo suyo.
(Nota final: 3.5)