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España España · Jaén
Voto de JACHi:
4
Serie de TV. Acción Serie de TV (2017-2019). 2 temporadas. 26 episodios. Frank Castle, conocido por las calles de Nueva York como 'el Castigador', busca venganza contra los responsables de la muerte de su familia y, por el camino, destapa una conspiración que va mucho más allá de su vendetta personal. Spin-off de la serie "Daredevil". (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2018
15 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mediocre no es lo “malo”. Digamos que lo malo (lo deficiente, lo pobre...) es algo flagrantemente defectuoso, que por incompetencia de su creador, o por dejadez o por negligencia, da un resultado que cualquiera que tenga un mínimo de criterio tildaría de fallido, de fracasado.

Y si nos paramos a pensarlo, en el campo del cine casi nunca vemos una película que sea clamorosamente mala, ciñéndonos a la definición de arriba. Sólo se me ocurre a lo mejor, pues estos largometrajes o cortometrajes amateurs, de concursos audiovisuales de pueblo, en que proyectan quince cortos, de los cuales trece son una risa de lo pésimamente realizados que están.

Pero lo MEDIOCRE es otra cosa. Es mucho más común. Es algo que se halla en “la media”, en lo habitual, en lo que no destaca ni para bien ni para mal. Es la falta de osadía del creador, que se limita a dar al público lo que (cree que) le gusta, y no mucho más. Los que la ejercen (la mediocidad), son personas que han trabajado duro, que han estudiado lo esencial del arte. Pero ni son particularmente talentosas, ni tampoco son demasiado sabias: au contraire, suele ser gente bastante ignorante que no se preocupa de conocer a los clásicos. Y eso se nota. ¿En qué? En que lo que producen, es mediocre.

Ocupándonos ya sí de la serie de THE PUNISHER, evidentemente no es pésima ni horrible. Estas nuevas series ya las financian con tanta pasta que no se la juegan contratando a retrasados mentales para que las rueden... (sí, ya sé que de cuando en cuando, alguno se les cuela). Las series las hacen profesionales altamente cualificados. Pero por algún motivo, y a pesar de ello, no salen obras maestras, sino cosillas curiosas en el mejor de los casos.

¿Tiene el guión de THE PUNISHER una estructura absolutamente sólida, que evoluciona de forma inteligente (e interesante) hacia uno o varios clímax en que los conflictos planteados son resueltos de manera creíble y entretenida? No, en esa parte es mediocre.

¿Son las interpretaciones del elenco lo suficientemente verosímiles o creativas como para dejarnos huella de lo veraces o sorprendentes que han resultado? No, en ese aspecto también es mediocre la serie.

¿Los personajes están bien construídos, de forma que no se contradigan con excesiva frecuencia en su modo de proceder para con los conflictos que se les plantean, y en su modo de interactuar con los otros personajes que hay alrededor? ¿O hay alguno que por el carisma con que lo han dotado quede grabado en nuestra memoria? No, de nuevo por aquí es mediocre.

¿La fotografía es genial? ¿La banda sonora es increíble? ¿Las escenas están rodadas con maestría y originalidad? ¿El ritmo es ágil, la trama se deja ver sin complicaciones, el montaje es destacable? ¿La producción es puro espectáculo?

No.
Ya hemos definido la mediocridad.
Es la serie de THE PUNISHER.

Veréis. Hacer una película (o una serie, lo mismo da) es como una partida de ajedrez de alto nivel. El de blancas puede estar haciendo la partida de su vida en las primeras treinta jugadas, pero si se despista y en la treinta y uno comete un error, habrá perdido. Y el esfuerzo de (quizás) años y años habrá sido inútil.

Con los guiones pasa igual. Todo parece marchar de forma correcta al principio, y nuestro cerebro acepta de manera natural los eventos que van teniendo lugar en la pantalla. Pero he aquí que sucede algo raro... una reacción inesperada (por poco creíble), o un giro incoherente, o inverosímil... o una situación excesivamente rebuscada... Y nuestro cerebro (al que no le gusta que tomen por idiota) se despierta y frunce el ceño. Y a continuación, “espoilearé” las cagadas más dolorosas que yo he visto a este respecto:

(Spoiler empieza aquí:)

- En general, me ha molestado desde siempre que una serie que se titule THE PUNISHER conceda tan pocos minutos de protagonismo a The Punisher. Esto lo sufrí de chico cuando veía el CAPITáN PLANETA, quien no se dignaba ni a salir en algunos episodios, aunque la madre del cordero vino cuando vi por primera vez (y grande expectación) AKIRA. Plof.
Pues bien, aquí los personajes circundantes disfrutan de excesivo metraje en relación con el de Frank Castle. Especialmente, el encarnado por Ben Barnes (el amigo Billy Russo). Me he cansado de verle la carita (y el tórax) a este sujeto. Yo quería ver al Castigador, pero en fin.

- Las subtramas son un coñazo. Los guionistas seguramente aduzcan que estos “mini-argumentos” insertados dentro del gran argumento de la serie enriquecen y entretienen mejor al espectador, pero se equivocan. No sólo aburren, sino que distraen. Y en concreto, la del tal Lewis Wilson (el niñato que se vuelve terrorista) es profundamente tediosa. Empezando porque mata al gordo borracho por la p*** cara y sin venir a cuento. Y terminando con que el Castigador se entromete en sus planes “porque es un asesino que está haciendo daño a la gente”... Vamos a ver: Punisher no es un justiciero al estilo de Superman o Spiderman; no va sobrevolando la ciudad en busca de menesterosos a los que salvar de un incendio, y menos en esta serie. Se supone que Castle debe permanecer recluído en la sombra hasta que sus asuntos contra el malo malísimo se resuelvan, no puede ir por ahí impidiendo tragedias exponiéndose a que sus planes, trazados meticulosamente, se desbaraten así como así. Digo yo, vamos.

...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JACHi
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