Un cincuentón inadaptado vive atrapado en un trabajo rutinario, en la comida y su colección de batallitas de la II Guerra Mundial. Parece que se ha rendido a no tener vida hasta que conoce a una chica que le hace despertar de su ensueño autista y le empuja a luchar, a pelear por mantenerse a flote y sentirse vivo. La relación se rompe, pero Fui ha aprendido la lección, está vivo por primera vez. Todos tenemos cosas (bastantes, diría) de este gigantón. La cinta es bastante sutil como para no lanzar mensajes ni caer en denuncias ni en barata psicología de manual, muy al contrario, es una propuesta arriesgada que da resultado.


www.missabadosdecine.blogspot.com