La verdad es que no esperaba mucho de esta pelí, únicamente pasar un rato entretenido, y tengo que reconocer que me ha sorprendido, sobretodo por sus últimos 20 minutos, y el final que tiene. Como (casi) todas las películas de terror actuales abusa de los sustos creados subiendo el volumen, que si un camión que pita, un gato que salta por acá, o un niño que parece por allá. Al margen de eso en su presentación tenemos alguna escena muy potente con unos niños y su estética que es aterradora, el tramo donde el gato vuelve también ocasiona ratos de tensión, pero su tramo fina me ha parecido genial. Tanto por la situación que se plantea, en la que sea rea una atmósfera malsana de tensión, como por la actuación de la niña que es realmente escalofriante. Y un desenlace que si llegas virgen como yo, es totalmente inesperado, pero muy  acertado, el mejor que podría tener.