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España España · barcelona
Voto de hitch:
7
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8 de septiembre de 2011
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Respecto al cine de Almodóvar, como respecto a casi todo en este país, existen dos Españas: yo soy de la mitad a los que les gusta el cine del manchego. Reconozco en él ciertos puntos débiles aplicables casi a la totalidad de sus películas, sobretodo ciertas irregularidades narrativas. Para mi gusto, sus historias suelen avanzar de forma poco fluida, con un abuso de recursos (flashbacks o determinados diálogos) demasiado discursivos y con un afán de dejarlo todo tan cerrado y tan explicado que, de verbalizado, acaba sonando ridículo e impostado. En cambio, lo que me gusta de Almodóvar me compensa estos errores, que acaban pareciéndome menores. Me atrapan sus historias apasionadas y desmedidas, me identifico con su sentido del humor costumbrista y me encanta su sensibilidad estética en relación a una fotografia delicada, una dirección de actores que suele ser impecable y una música acorde con la carga dramática de cada momento. En esta última película, "La piel que habito", me ha pasado un poco lo contrario.
En este caso, los planos y la dirección de fotografía es, como siempre, impecable, incluso mucho más cuidada y esteta de lo que nos tenía acostumbrados últimamente. La música también es bella y correctamente ubicada, y en la dirección de actores, como de costumbre, Pedro suele manejarse mejor con ellas (Anaya, Paredes o Suárez) que con ellos (Baderas o Cornet). Lo que más gratamente me ha sorprendido del film es una madurez narrativa que no conocía en el director: la historia fluye adecuadamente y los flashbacks ayudan a mantener el suspense, no a confundir de manera efectista la trama. Los diálogos, aunque, como siempre, excesivamente discursivos, están dosificados y mantienen el halo de misterio que tanto la trama como los personajes requieren. Incluso diría que es, a nivel estético y narrativo, una de las películas más maduras, complejas y redondas del director.
El problema: la trama. No me la he creído, todo resulta demasiado grotesco, en ocasiones incluso ridículo, y el director ha querido hacer, con su historia más desmadrada, su película más contenida. No sé si la contención, en este caso, ha sido una buena o una mala opción, no sé si darle a todo (actuaciones, diálogos...) un aire más almodovariano hubiera estado más acorde con la trama o, por el contrario, hubiera hecho que todo resultara aún más absurdo. Lo que sí tengo claro es que no he empatizado nada con una historia que, en ocasiones, incluso me ha aburrido y eso nunca, nunca, lo había encontrado antes en el cine de Pedro.
hitch
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