Que decir de una película con un ocho de valoración y con Cary Grant y Frank Capra en la portada, pues que hay que verla inmediatamente, lo fatídico llega después cuando empiezas a ver carencias en la película que seguramente serían exitosas en su tiempo. Sin embargo uno la sigue viendo por amor al arte pero cuando van pasando los minutos vas viendo a Cary Grant sobreactuando de manera irremediable en un personaje que estuvo preparado para un tiempo como el de la películo y entonces uno decide dejar de ver la película para no manchar la imagen que tenía de Cary y así evitar recordarle en este papel.
Quizás la mayor bendición de Filmaffinity es que mediante su nota media puedes animarte a ver unas películas y tras no pero a veces esa nota media puede pasar malas o buenas pasadas como en este caso.
Esta reseña no llega a ser una crítica como tal sino un lamento de una decepción cinematográfica.
PD: (necesitaba hacerlo para avisar y crear empatía con más de uno)