Cuando acaba el año, uno echa la vista atrás rememorando todos aquellos momentos vividos tanto buenos como malos.
Lo cierto y verdad es que desearíamos que aquello recordado como malo hubiese cogido un camino diferente.
Esto le pasa a nuestro personaje cuando empieza a peinar canas y a ver el paso de su vida marcado en sus manos.

Esplendida y excéntrica actuación de un maravilloso Sean Penn que no dejará indiferente a nadie en el camino arduo y difícil de un guión seco, árido y desorientado. A pesar de ello, el trasfondo de la película guarda un mensaje tierno, difuso pero cargado de grandes emociones y sentimientos.

Quizá no sea la película idónea para pasar una noche, pero se hace hueco en un momento de reflexión y búsqueda de identidad.