O estamos ante un "todo vale" o yo me equivoqué de película. Pretenciosa, insulsa, vacía, no hay nada donde rascar con la esperanza de encontrar algo. Una reunión familiar en un fin de semana recordado por una mujer en un tren. Nada más. Con almuerzos, niños correteando o viendo dibujos animados, visitas a la playa... Hubiera bastado con mostrar un álbum de fotos y evitarnos el trago de intentar verla entera.
Habría que hacer la prueba con algo igual pero hecho en España para ver cómo las críticas cambian y la nota decrece. Por cierto, esta es una de esas películas en que los "opinadores" hacen esas críticas kilométricas de las que siempre he desconfiado, tanto por cansinas y aburridas como porque se basan en el palabreo para justificar algo injustificable.