La película de los juguetes por excelencia (exceptuando a Playmobil), la película que aúna los conceptos de infancia y madurez para darnos como resultado una estupenda hora y media de aventuras a través de los recuerdos y de fugaces apariciones presentes (lo de Milhouse es insuperable). Pero por otro lado, "La LEGO película" no consigue ahuyentar el tufo a propaganda que muchos habrán captado. Y es que en ocasiones no sabemos si estamos asistiendo a una historia o a un vídeo publicitario.

Los personajes ayudan a que todo vuelva a su origen. Aderezados de un humor bastante adulto y de un mensaje final (Will Ferrell) catódico y trascendental, los LEGO nos vienen a decir que todas las piezas deben encajar para que todo funcione, y ésa es la manera de conocer que cada una de ellas es especial, esquivando la profecía de un ciego visionario que nació, como todos, en la mente de un niño.

Sin llegar a admirarla tanto como para ponerle una nota más alta, sí que declaro que es recomendable y que puede estar a la altura de todas aquellas películas de animación que todos recordamos.