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Voto de Sergio Berbel:
10
Thriller. Drama En 1980, en la frontera de Texas, cerca de río Grande, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes, descubre a unos hombres acribillados a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo. (FILMAFFINITY)
3 de marzo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joel y Ethan Coen han ido tocando y modificando magistralmente todos los géneros que viven alrededor del noir y algunos otros. Su poder corrosivo para subvertir temáticas y su capacidad visual tan reconocible como insuperable han hecho de los Coen un género cinematográfico en sí mismos y unos nombres de referencia en el cine contemporáneo. Si con “Fargo” crearon el thriller rural minimalista y nevado, con “No es país para viejos” lo mezclan como nadie nunca antes (ni después) con el western de frontera y, de paso, conforman uno de los más logrados e inmortales malos de película, el que sostiene de manera icónica Javier Bardem y su imposible corte de pelo, acompañado de su pistola de aire comprimido. Una imagen que pertenece por derecho propio al imaginario colectivo del siglo XXI.

El film es una obra maestra del thriller polvoriento y fronterizo con aroma de western crepuscular sostenida por la capacidad visual de los Coen y esa manera personal e intransferible de relatar sus historias, así como por las interpretaciones prodigiosas, más allá del festival de Javier Bardem, de un elenco actoral de lujo formado por Josh Brolin, Tommy Lee Jones, Kelly McDonald y Woody Harrelson.

En esta ocasión, en la enésima y corrosiva crítica al capitalismo y a la repugnante naturaleza humana que también saben conformar los Coen, el baño de sangre tiene como origen la peripecia de un cazador de antílopes que, casualmente, encuentra los restos de una carnicería en la que dos bandas de narcos se han acribillado a balazos y han dejado a la vista para el primero que pase un enorme cargamento de heroína y una maleta con dos millones de dólares. La tentación es enorme y el cazador no duda en llevarse la maleta. Su suerte está echada y también la de todas las personas que lo rodean. Sobre todo porque hay un psicópata casi sobrehumano (Oscar ganado con todo merecimiento por Javier Bardem) que también está detrás de la pista de semejante cantidad de dinero.

Los Coen adaptan magistralmente, y con un respeto escrupuloso al texto literario original, una novela del genial Cormac McCarthy utilizando sus resortes habituales, que convierten todo su cine en un poderoso discurso definitivo que genera códigos propios a partir de violentar los clásicos, a través de la música de Carter Burwell y la fotografía de Roger Deakins.

Esta obra maestra del cine contemporáneo se alzó con los Oscars a Mejor Película, Dirección, Guión y Actor Secundario (Javier Bardem) en la edición de 2007 para una lección magistral de cómo adaptar un universo literario complejo para convertirlo en un film de culto.
Sergio Berbel
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