Que Mathew Broderick protagonice cualquier cosa ya resulta bastante preocupante. Si además se trata de un proyecto basado en un monstruo mutante de inspiración japonesa y jurásica, dirigido por el alemán, las expectativas no se presentan demasiado prometedoras. Pero bueno, no es tan mala como pudiera esperarse. Tiene también su momento “Alien” y algún golpecillo de humor ocurrente, a pesar de que sale ese dolor con patas que es “Jean Reno”. En definitiva, una serie C con presupuesto A y talento D, demasiado larga, pero con todo, llevadera. Es pa los niños.