Apreciar y disfrutar los placeres de la vida sería impensable de no existir materiales como ‘Spanish Movie’. Hay malos porque hay buenos, altos porque hay bajos, gordos porque hay flacos… y placer, porque hay dolor. Mucho dolor. De cabeza.

Como una de sus protagonistas, la pseudo parodia del terror español, es MALIGNA. Con todas las letras; letrinas, más bien. He decidido dedicar 80 minutos de mi tiempo a esta bazofia por dos razones: la primera, que no la imaginaba tan espantosamente deleznable; la segunda, que así, vea lo que vea a continuación, me va a hacer gozar como un mono en celo. Las películas parodiadas no tienen más objeto que el del mero pretexto recaudatorio. De todas, sólo hay una peor que el sucedáneo, ‘REC’, pero superar eso es imposible. Por fortuna la referencia es breve. Lo único que me ha provocado una mueca de sonrisa, la conversación entre David el gnomo y el pitufo. Los actores no es que estén desafortunados, es que son malos. Todos. Y los cameos resultan particularmente penosos, con mención especial a Nilsen. Aunque la cuadrilla de ‘Muchachada Nui’ tampoco es que esté cum laude. Supongo que hay directores, guionistas y público para los cuales, si el organismo humano no produjera gases, orines y excrementos, la vida carecería de sentido. Es otro estilo.

Era consciente de que iba a ver una birria, pero esperaba reírme al menos en un par de ocasiones. Cero. Patatero. Es peor que un especial ‘Homo zapping’, monográfico de Garci. ¡Qué pequeño puede ser el cine!