Hay una ley o una directiva o algo legal que obliga a las televisiones a dedicar dinero (un porcentaje de su actividad) al Cine Español. Aunque al principio pusieron el grito en el cielo por lo que consideraban un atraco - yo creo que con razón-, han terminado por adaptarse y convertirlo en una oportunidad. En lugar de dar el dinero en cuestión a “los de siempre” para cubrir el expediente y quitarse el muerto de encima, han creado su propia productora para poner el dinero en películas con las que recuperar con creces la inversión. “El orfanato”, “Celda 211”... y esta “El niño” son admirables ejemplos de cómo hacer de la necesidad virtud.

El truco, probablemente, sea NO llevar a la pantalla cualquier ocurrencia que se le ocurra al primer iluminado que siente que está haciendo un favor al público al que, por su parte, se le viene a exigir que dé las gracias por la suerte que tiene de que esos artistas trabajen para él. Me imagino la war room de diseño de “El niño” proyectando un powerpoint donde la primera slice dice “El niño: dar a la gente lo que quiere”, la segunda“El niño: obteniendo máxima rentabilidad” y las siguientes desarrollan los criterios para conseguirlo:

- Reducir gastos: No reinventes la rueda (don’t reinvent the wheel). Ya está todo inventado, así que ahorra en guionistas cortando y pegando trozos de historias de policías y contrabandistas.

- Reparto: Equilibrio (balance). Pon caras conocidas que no suelan tener habitualmente mucho protagonismo (Sergi López, Eduard Fernandez), gente que se amortice a sí misma (Luis Tosar), promesas casi consolidadas (Lennie) y desconocidos que firmen por el mínimo a cambio de la posibilidad de iniciar una carrera. Imprescindible cuerpazo fibroso y mirada de acero. Preferiblemente, con un mínimo de vocalización.

- Invierte en acción (invest on adrenaline). La gente no paga por silencios ni por simbolismos. La gente se queda con que se les ha pasado la película volando viendo las persecuciones de las planeadoras desde el helicóptero o los tiroteos o los coches chocando.

- Aprovecha la geografía, coño (Damn it, use landscapes!). A ver. Tenemos unas playas de escándalo, unas costas de lujo, montañas… pues que salgan en cada plano. Y si vamos a Marruecos, coloca la acción en las Montañas del Atlas. Que incluso en los momentos de relleno, la gente se quede hipnotizada con el paisaje. O con los usos tradicionales magrebíes tocando los tambores de Ketama. O con lo que sea, pero que siempre pasen cosas.

- Diversifica. No pongas todos los huevos en la misma cesta (distribute the eggs in several baskets). Haz una trama para jóvenes, con amoríos y baños en bolas de cuerpos danone y eso y otra para adultos, con traiciones, discusiones, peleas y demás.

- Respeta al espectador
- ....

Como no podía de ser de otra forma. el niño es una película comercial. Y deben estar orgullosos de eso, sin dejarse acomplejar por los que usan el término con desprecio. No hay nada de malo en querer recuperar la inversión o ganar dinero. Y además es una película que mola ver, que no deja un momento para el respiro y está muy bien hecha. La historia da muchas vueltas en un sentido y en otro, pero te lo crees. Es cine español bueno y honesto. Ojalá, siempre así.