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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
2
Cine negro. Fantástico. Acción. Aventuras Denny Colt (Gabriel Macht) es un detective enmascarado, un héroe sin superpoderes que protege del crimen a los habitantes de Central City. Colt persigue sin tregua al villano Octopus (Samuel L. Jackson), que asesina sin piedad a cualquiera que le vea la cara. Adaptación de la novela gráfica de Will Eisner. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vale, sí, reconozco que rodar ABSOLUTAMENTE todo un largometraje ante un croma verde para meter luego fondos de cómic fue un puntazo y quedó muy cuco en “Sin City”. Que luego, por motivos de guión, la película fuese un pestiño sólo apto para incondicionales del cómic en cuestión no quitó méritos a las innovadoras capacidades artísticas que quedaron abiertas a partir de entonces, una nueva forma de entender las adaptaciones del papel al cine.

Lo que algunos no entendieron entonces (y parecen no entender ahora) es que la calidad del resultado final no está ni mucho menos garantizada por recurrir a esta estética. Más bien al contrario: convertir una película en un cómic rodado tiene que ser un medio para hacer algo diferente, no un fin en sí mismo. Se puede entender que, por aquello de la novedad, “Sin City” se dejara llevar y fuese un batiburrillo sin nada más allá de la puesta en escena, pero después de ver como “300” acertaba de lleno y sacaba todo el partido a la novedosa estética para potenciar un gran cómic, no entiendo como podemos volver atrás. ¿Nadie se da cuenta de que un cómic de mierda no va a mejorar por hacer con él una cosa rara en la gran pantalla?

Y es que el problema de “Spirit” no es que sea una película rara, es que el cómic es de por sí ridículo. “Spirit” es un superhéroe de segunda con toda clase de poderes inexplicables (hasta que una sarta de incoherencias en la mitad de la película intenta servir de justificación) entre los que destaca sobremanera la habilidad para trajinarse a cualquier hembra a la que dirija la palabra. En otra clara muestra de que Frank Millar nos toma por cavernícolas imbéciles, la película no ahorra tiempo/celuloide en continuos flirteos con caras conocidas (y bellas, sí) del cine actual; un tiempo y un celuloide que sin duda habría resultado más rentable dedicado a dar algo de consistencia a una trama ya de por sí ridícula. Obedeciendo a esa concepción tan curiosa y típica del cine americano de que nunca es bastante y de que una película admite tantas tramas distintas como se quieran meter, nos encontramos con una asquerosa mezcla de nazis, samurais, flamenco y dioses griegos (sólo faltan Noé, el Yeti y Rodríguez Menéndez) que sólo convencerá a adictos a los tebeos que sean adictos a las substancias psicotrópicas.

Así las cosas, el resultado son dos horas de performance aspirante a película; nivel de truño: me viene a la cabeza un nuevo héroe, superñordo, que se defiende de los malhechores plantando pinos y tiene tanto derecho a una película propia como este cagón de Spirit.

Con “Spirit” se vuelve a demostrat que lo que funciona en el tebeo no tiene por qué necesariamente funcionar en la pantalla. El cine exige un dinamismo, una continuidad y una coherencia que a Frank Millar se le escapan por la falta de costumbre. Ya está bien. Por el bien de todos, que se siga dedicando a lo suyo y deje las películas a los profesionales.
OsitoF
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