Los mismos guionistas que me dejaron indiferente en "Resacon en Las Vegas", los mismos guionistas que me hicieron perder miserablemente el tiempo en "Resacon 2 en no sé donde" y los mismos guionistas que NO me hicieron reir una puñetera vez en "Resacon 3 en Thailandia", se repiten ahora como el ajo para verder -o intentarlo al menos- el mismo perro con distinto collar. Porque esta "Fiesta de empresa" puede cambiar la localización y los protagonistas, pero el esquema es el mismo: un grupo de gente inverosímilmente molona y enrollada (jefes que coleguean con sus empleados y solo piensan en su felicidad por encima de los beneficios, el típico empleado tarado que da voces a todo el mundo al que no despiden porque es como de la familia, empleados que no cambiar a trabajos mejor remunerados por fidelidad al buen rollo) montan una fiesta de Navidad en contra de lo que ordena el dueño de la empresa, se les va de las manos, etcétera, etcétera.

Sobre el papel, el reparto es más que aceptable y la película funciona en la medida que actores “serios” como Jason Bateman, Olivia Munn y Jennifer Aniston tienen sus sketches individuales en los que dicen cosas graciosas ‘en plan inteligente’. Por el contrario, pierde bastante cuando intenta generar algo parecido a un argumento o cuando cae en el humor gamberro-provocador-chabacano típico de la Saga Resacón, en el histrionismo de Rob Corddy o Kate McKinnon o en las chorradas hipster-new age de un venido a más T.J.Miller.

A ratos entretiene, a ratos aburre. Regular.