Con su estilo elegante, su ritmo frenético, su acción cañera, sus personajes eléctricos, sus diálogos vibrantes y un tono entre el cachondeo y la seriedad, “Legend” tiene toda la pinta de querer ser una película de rollo Guy Ritchie. Y, por momentos, lo consigue, aunque al final termina pagando la falta ese ingrediente secreto que sólo conoce Guy Ritchie y que une todas las virtudes anteriores para cohesionarlas y lograr que el conjunto funcione con independencia de que hablemos de una peli de mafiosos importantes, de mafiosillos del tres al cuarto, de espías o de una revisión tecnofy del Rey Arturo.

“Legend” tiene un punto de interés y Tom Hardy hace un gran trabajo doble, pero el riesgo de hacer una película de ‘rollo Ritchie’ sin Ritchie es que te puede quedar un poco rara, como desangelada. A ratos frenética y a ratos sobria con tendencia a la asistolia, a ratos entretiene y a ratos aburre. Por momentos la cháchara de los personajes se percibe inteligente y por momentos ruidosa, igual que unos personajes enormemente desiguales que deslumbran en una escena y se hacen planos en otra. El montaje es ingenioso cuando lo entiendes y confuso cuando no. Muy irregular, en definitiva, y deja unas sensaciones excesivamente dependientes de las circunstancias y el estado de ánimo en el momento del visionado. Ritchie es mucho Ritchie.