Jason Bateman y Rececca Hall son la típica pareja perfecta que se mudan a la casa perfecta de la urbanización perfecta y que por un azar del destino, se tropiezan con un vecino con el que inician una extraña relación de obsesión, en la que no está claro si las cosas suceden de buena o mala fe, si el vecino es cargante o un psicópata, si su acoso es voluntario o involuntario… generando un ambiente de tensión e incomodidad están tan fuerte que por momentos son el peor enemigo de esta “El regalo” ya que ¿quién disfruta con una película con la que no está cómodo?

Pero como hay que suponer que la intención de la cinta es sumergirnos y recrearnos en situaciones violentas (en el sentido de vergüenza ajena) y tenernos expectantes a ver por dónde deriva la cosa, hay que concluir que estamos ante un interesante thriller repleto de toda clase de giros, casi siempre acertados. Buena ejecución y buenas interpretaciones de Jason Bateman (poco a poco apartándose de esos papeles cómicos que le han hecho famoso, a pesar de no tener demasiada gracia el pobre), Rebecca Hall (que transmite inquietud de manera natural) y Joel Edgerton (el típico que sale en montón de películas y luego no te acuerdas de él).

Psicológica, en el buen sentido, claustrofóbica, harás delicias de los que disfruten pasando un rato con los pelos de punta.