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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Aventuras. Drama Judah Ben-Hur (Jack Huston) es un príncipe falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell), un oficial del ejército romano. Desposeído de su título y separado de su familia y de la mujer que ama (Nazanin Boniadi), Judah es condenado a la esclavitud en las galeras. Después de varios años, Judah regresa a su tierra natal en busca de venganza, pero encontrará su propia redención. (FILMAFFINITY)
5 de noviembre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues no me lo termino de creer, pero me ha gustado. Más o menos. A mí, que veo la “Ben-Hur” de William Wyler cada Semana Santa, me sé los diálogos de memoria y me pongo de vez en cuando la banda sonora para trabajar, me ha parecido que esta versión (no cabe hablar de remake) de Timur Bekmambetov tiene un pase. No voy a decir que está a la altura, porque el “Ben-Hur” de 1959 es una joya y forma parte de la Historia del Cine por derecho propio, pero propone cosas interesantes. De entrada, para poner las cartas sobre la mesa, he de reconocer que me resistí varios meses a verla. Tras caer siendo pequeño en el embrujo de Charlton Heston y Stephen Boyd nunca he querido saber nunca nada de otras adaptaciones (ni anteriores a 1959 ni posteriores, ni en formato serie o películas) porque, una vez que sientes que estás ante algo perfecto, perder el tiempo con cualquier imitación sólo puede conducir a la indignación o a la indiferencia. O a las dos cosas. Por eso, cuando empezaron los rumores de que se estaba preparando una nueva versión con Morgan Freeman como cabeza más visible, no sabría decir si me sentí más dolido al ver que seguía habiendo productores sin imaginación para buscar nuevos caminos en lugar de parasitar éxitos pasados o más decepcionado al ver a buena gente en el reparto a punto de dejarse una parte de su reputación en una causa perdida.

Curiosamente, lo que despertó mi curiosidad fue un video de un par de minutos en YouTube llamado «marcha romana» o algo así. Es la secuencia de la película en la que el nuevo legado romano llega a Jerusalem y unas cohortes romanas avanzan por las callejuelas de la cuidad antigua entre unos planos aéreos que muestran un ambiente muy verosímil de lo que podría ser la Judeo del año 30 d.C. El aspecto visual es potente, pero lo que llama la atención es que se han esforzado en crear una canción de marcha militar, en latín, que van cantando los cientos de extras caracterizados de legionarios creando unas sensaciones que ponen los pelos de punta. Documentalmente, la escena está plagada de licencias y anacronismos (los cascos y corazas de los legionarios son bastante posteriores a las de la época; las legiones en esa parte de Asia llevaban equipamiento más liviano para no cocerse de calor; el latín que cantan tiene acentazo inglés…) pero da lo mismo. Es una secuencia de mucho poderío que invita a dar una oportunidad. En el “Ben-Hur” de 1959, la escena equivalente va acompañado de un movimiento de la banda sonora que se llama «Marcha de Graco» y también es majestuosa con una larga hilera de soldados romanos enfilando las calles de Jerusalén… pero esta secuencia al compás de la «legio aeterna victrix» no tiene nada que envidiarle.

El caso es que ya metidos en faena, esta versión de Bekmambetov ofrece escenas de acción de mucho nivel. Lo que en 1959 se resolvía con maquetas, montaje e imaginación, aquí se escenifica con efectos digitales y construcciones auxliares que dan al espectador una buena batalla naval y una buena carrera de cuadrigas. Ni siquiera con todos los avances técnicos superan a la magia de las correspondientes de Wyler, pero están rodadas con un talento y un realismo que hacen que merezca la pena ver otro punto de vista. Hablando de puntos de vista, Bekmambetov da en su obra un mayor protagonismo a Messala. Nuevamente no puede superar lo insuperable, pero es una decisión inteligente que abre el arco narrativo y le deja ofrecer lo ya conocido bajo nuevos puntos de vista. Puede ser que esta adaptación sea más fiel a la novela de Lewis Wallace (no la he leído) pero no creo que en este caso, cuando el canon es la película de 1959, suponga puntos a favor o en contra.

Me esperaba cualquier cosa de un director como Bekmambetov, dado a la extravagancia y al despiporre (véase su filmografía), pero he de reconocer que se contiene y, salvo ese final tan, tan, tan… en fin, tan así, sigue su rumbo con firmeza. Algunas veces acierta y otras no, pero en general le ha salido una película vistosa y digna de ver, sin astracanadas, aunque sólo sea para viajar a su recreación de la Jerusalén de Tiberio. Lo dice alguien a quien no le gusta que profanen clásicos: esto no es una profanación sino otra forma de contar lo mismo de una manera más actual. No está a la altura de la “Ben- Hur” de Wyler… Porque no juegan en la misma división del mismo deporte, como casi ninguna producción, pero como película en sí misma está bastante bien. Sorprendentemente.
OsitoF
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