La nueva película de Cementerio de Animales sufre con las nuevas tendencias. No me refiero a la moda, sino a las nuevas hornadas de directores/guionistas y su particular enfoque adaptando material antiguo.

La trama secundaria de la madre y la hermana fallecida por ejemplo. Esta hace apariciones en una mezcla de niña de la Maldición y la bruja de Expediente Warren. Son tan constantes, que a veces te preguntas si lo que el director quería realmente era rodar una secuela de esa franquicia en vez de esto.

Luego el giro de guión. En esta adaptación es la niña la que muere en vez de el niño, Gage. Un giro que de hecho me pareció impactante.... hasta que la niña una vez regresa se pone a charlar como si nada rompiendo la tensión. Si claro, luego todo acaba mal, etcétera. Pero es difícil recuperar el ritmo cuando el muerto viviente parece que te va a pedir un vaso de leche y galletas y que le leas un cuento antes de dormir.... Bien pensado el padre no hizo nada de esto, lo cual quizá explica por qué la niña se convierte a la mañana siguiente en Jack el Destripador. Naturalmente, este giro provoca un pequeño cambio en.....

El final. En pleno clímax fílmico, literalmente vemos morir a 2 protagonistas en el espacio de cinco minutos. Llegados este punto, no solo la escena carece de tensión, sino que el proceso hace que de repente parezca comedia, digna de Benny Hill dada la inmediatez conque sucede todo. Claramente el terreno maldito debe estar sembrado de jalapeños en esta versión, porque en pocas películas he visto a los muertos levantarse tan deprisa.

Como aspecto positivo, el gato estaba bien, y seguramente hará furor en las audiencias gatunas. Aunque tendrá una dura competición con el gato de Capitana Marvel en la gala de los Oscar.

Si eres muy fan de la antigua versión/libro, o no eres un gato, la película es pasable pero no saldrás de la sala pensando "obra maestra."