Una de las emociones más bonitas cuando uno acude al cine es la de aprender sobre lo que no se conoce, y este año "Buda explotó por vergüenza", "Cometas en el cielo", y con diferencia sobre ellas, "Persépolis" me han enseñado que en Oriente Medio hay un sector de la población con ambición intelectual atrapado entre el fundamentalismo religioso y el desprecio de occidente, algo que sencillamente desconocía.

Una historia sobre la intolerancia narrada por una mujer iraní cuya historia real se traslada a un mundo de dibujos animados sensible, duro e inteligente a un tiempo, en las antípodas de las superproducciones de animación digital que arrasan en la taquilla.