Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sunset Boulevard
Voto de Cineaste:
8
Drama. Romance Año 1941. El soldado Prewitt (Montgomery Clift), que acaba de llegar a la base militar de Pearl Harbor en Hawai, es un antiguo boxeador retirado del ring. El capitán Holmes (Philip Ober), conocedor de sus habilidades como púgil, intenta que se una al equipo del ejército, pero Prewitt rechaza la propuesta. A partir de ese momento se ve sometido a toda clase de castigos y humillaciones tanto por parte de sus superiores como de sus ... [+]
20 de noviembre de 2017
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se nos habla de un melodrama romántico encuadrado en una base militar norteamericana, se olvida el destacado concepto que realiza el film de Zinnemann sobre el honor, el orgullo y el éxito colectivo a través del empuje individual. Sería un error pasar por alto el toque elegante que dota a una historia desarrollada por una serie de personajes “perdedores” que tratan de redimir su culpa de modo diferente, en un enaltecimiento de la dignidad que ya pudimos ver en “Solo ante el peligro”, que había rodado solo un año antes.

Adulterio, prostitución, violencia callejera…forman parte del conglomerado armamentístico que retroalimenta el subsuelo de una historia que va mas allá de lo que intenta aparentar. No hay lugar para desengaños en las escenas filmadas con tal pasión que son capaces de transmitir a su vez las emociones más arraigadas de unos personajes interpretados con gran acierto por un elenco de alta alcurnia, pues, tal y como nos indica Robert E. Lee Prewitt: “nadie miente cuando habla de la soledad”. Porque la película es más que amor y guerra. En realidad, son toques de corneta resonando en barracones, besos apasionados en la arena de la playa, tragos de whisky barato en clubs de alterne, o consejos de guerra que se pierden en el tiempo como señales de Pearl Harbor que indican el final del enamoramiento.

Todo ello nos muestra un film cuidado técnicamente, que escenifica encuadres de interior capaces de decir más de lo que muestran, para terminar exprimiendo todo su potencial en las tomas exteriores con el ataque japonés. Bajo un inteligente uso del zoom, aún le da tiempo a exponer el machismo estructural del ejército, denunciar sus abusos y añadir intriga a la figura femenina, que se desvanece en las aguas del pacífico como las ilusiones de aquellos que alguna vez se atrevieron a soñar cuando no debían hacerlo, cada cual a su manera: no subiendo al ring, evitando un divorcio, abdicando de un ascenso, ingresando en prisión, o vengando la muerte de un amigo hasta el punto de renunciar al amor por culpa del deber. Porque todo tiene un límite en una obra que parece no albergarlos.
Cineaste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow