En esta película su calidad visual evoca a las anteriores y magníficas películas, el padrino I y II no obstante el hilo argumental es bastante más pobre y la calidad de las interpretaciones no es la que se vio en las anteriores películas, hay que destacar que Sofia Coppola desmerece un papel principal con una interpretación vulgar, todos los demás tienen unas interpretaciones correctas excepto Andy García que está enorme en su papel.
Resumiendo, el listón estaba muy alto y no ha sido superado no obstante esta película sigue siendo un clásico de los 90 y tiene momentos (para mi el final de la película es memorable) que respetan la misma calidad de las anteriores entregas. Es una gran película, un cierre de oro a la mejor trilogía jamás realizada.