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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
7
Drama. Romance En París, en 1971. Delphine conoce a Carole. La primera, hija de campesinos, se muda a la capital para alcanzar la independencia económica y ser dueña de su propia vida. La segunda tiene novio y vive felizmente los comienzos del movimiento feminista. A Delphine, misteriosa y reservada, le gustan las mujeres. Carole ni se plantea esa posibilidad. De su encuentro surge una historia de amor que desequilibrará sus vidas al tropezar con la realidad. (FILMAFFINITY) [+]
1 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Delphine vive en una granja, en un entorno rural y alejado de las grandes ciudades. Cuando descubre que su amiga se va a casar, decide marchar a París. Allí conoce a Carole, profesora de español, abanderada del movimiento feminista (estamos en 1971), en apariencia heterosexual. Un día, salta no una chispa, sino un incendio entre ellas, y se zambullen en una entrega absoluta a sus cuerpos y sus sentimientos. Por desgracia, el padre de Delphine sufre un ictus y ella ha de volver a la granja para ayudar a su madre. Ese verano, Carole la sigue hasta la Francia profunda, tan alejada de las sofisticaciones parisinas, incluso hostil hacia ellas. Su historia de amor se verá afectada por la nueva situación...
Dirigida, escrita, fotografiada y protagonizada por mujeres, La belle saison se aleja del panfleto político para centrarse en la sensualidad de los cuerpos femeninos abandonados al deseo, en la dificultad de amar en tiempos y entornos difíciles, en la lucha de la mujer por hacerse oír, por hacerse ver, por gozar de los mismos derechos que los hombres. En 1971, el movimiento feminista en Francia empezaba a salir a la calle para exigir el fin de una cultura patriarcal y machista. Pero no basta ser de izquierdas para aceptar que tu chica se vaya con otra. El compañero de Carole se siente herido, traicionado, ofendido y, sobre todo, humillado, pese a compartir su militancia. Delphine lucha por lograr ser reconocida entre los rudos campesinos que la rodean, que sólo esperan de ella que se case con algún zagal y se dedique a sus labores. Cuando la madre de Delphine descubre su verdadera relación, trata a Carole como si fuera una emisaria de Satanás. La película borda con maestría y sensibilidad el tapiz de su historia, primero en París y después en la hermosa campiña francesa, de sus encuentros y desencuentros, del atormentado camino que han de recorrer para salvar su amor... Sin tremendismos ni sensiblería, sino con ternura y un gran afecto por los personajes. Creíble en todo momento, la película cuenta con una delicada fotografía de Jeanne Lapoirie, una veterana del cine galo con 83 títulos a sus espaldas, y una hermosa banda sonora de Grégoire Hetzel, especializado en películas intimistas.
En el capítulo interpretativo, no puedo ahorrar los elogios para Cécile de France, en un personaje difícil, pleno de matices, capaz de pasar de la alegría más desbordante a la mayor tristeza. Nos deslumbró en Quand j'étais chanteur (aquí titulada Chanson d'amour), y desde entonces no ha dejado de depararnos satisfacciones. Se desnuda literal y figuradamente para entregar quizá la interpretación más intensa de toda su carrera, un prodigio de sensualidad y pasión. Frente a ella, Izïa Higelin, quince años más joven, le da la réplica en una composición que la califica como una de las actrices más interesantes y prometedoras de su generación (esa voz ronca, esa mirada desesperada, las expresiones que desfilan por su rostro).
En suma, una hermosa película para seres sensibles, sin diferencia de sexos ni inclinaciones sexuales.
Eduardo
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