Pronto serán mil usuarios los que han opinado sobre "Origen", una película de dos horas y media con la que queda justificada la compra de la entrada del cine, convirtiéndose en un espectáculo visual inequívoco y con un guión de lo más simple. Yo como la he visto en la tele, pues me ha parecido normalita. Una película de más de doscientos millones de presupuesto, da igual que sean euros, dólares, da igual que sean trescientos o mil quinientos, estamos hablando de mucha pasta, invertida para ofrecer espectáculo de forma sana. Nada que decir sobre las motivaciones de esta muestra de cine contemporáneo, se trata de un espectáculo, correctamente realizado y con el final más largo que recuerdo, ahí queda esa última hora inenarrable entre el ascensor, la furgoneta que va a caer del puente, revolcones en la nieve y el DiCaprio en plan sentimental.

No creo que sea un título para olvidar, pero atención, ahora sí que me pongo serio, no creo que sea una película para tirar cohetes porque no contiene aspectos de una originalidad suprema, que es lo que me habían vendido a mí. Los sueños, la separación entre lo onírico y la realidad, es un tema algo trillado ya. La opción que escoge Nolan para montar su espectáculo no es muy especial pero una vez el tinglado es el que es, de verdad ¿la supremacía en el sector energético mundial de una empresa u otra es tan sugerente?, y lo del DiCaprio, que es el componente emocional, ¿es para tanto?

En alguna de las casi mil críticas que andan por aquí he leído las quejas de muchos usuarios porque Nolan machaca mucho sobre lo que sucede, sobre el mecanismo del argumento, como si el espectador fuese tonto.... Y estoy de acuerdo en todo: primero, explicar constantemente lo que sucede es un error y segundo, aunque parezca paradójico, el espectador medio seguramente precisa de esas explicaciones porque, de otra manera, se perdería.

En fin, como escribo para mí mismo soltaré un lamento al vacío de la soledad, y es que saber que todas las películas juntas de Kurosawa suman menos votos que "Origen", como cinéfilo, es como para agachar la cabeza, mirar al suelo, y sentirme algo desolado. No es mala película, pero cumple con la norma del exceso del actual siglo, y eso sí que no me gusta tanto.