Por lo visto desató mucha literatura los sucesos reales en los que se basa "El misterio Von Bülow", sólo hay que acudir a la red para darse cuenta que las portadas de los periódicos repetían contenido día tras día, semana tras semana. Nosotros venimos aquí para hablar de cine, para opinar sobre la interpretación de unos y de otros, los ojitos de Jeremy Irons, la acertada voz en off (o no) de Glenn Close y la estructura de la película. En todo caso, es bueno saber qué pasó en la realidad, o al menos saber cómo nos la han contado, y entonces quizás valorar mejor el largometraje.

Como drama judicial ciertamente no estará ni cerca de los primeros puestos de la lista, porque a quienes les gusta este subgénero (porque de todo tiene que haber) prefieren las escenas típicas en el juzgado, los alguaciles, el jurado y ver al preso en la mesa con su abogado protestando constantemente durante un interrogatorio. Nada de eso, de lo que se trata aquí es de entender la ambigüedad maravillosa del juzgado, de Jeremy Irons, entender que la realidad sólo la conoce él y que nos la clava, sí, tanto da si es inocente o culpable, es el espectador el que ha de juzgarlo según la información que nos dan. En ese aspecto, es una maravilla.

Por otro lado están los gustos personales, el estatus social del juzgado, sus oscuras intenciones y que al espectador le interese alguien así. El cine abierto en canal. Que cada uno decida...