La posible descripción real de "One cut of the dead" es una locura: se trata de una película sobre cómo se hizo el cortometraje con el que arranca (poco más de media hora) que a la vez va de una película de zombies en la que los actores acaban siendo atacados por zombies reales. Todo ello en teórico tiempo real, para la televisión y en un único plano sin cortes (plano secuencia): dicho así queda fatal, dicho así entiendo las tres estrellitas que algún amigo le ha puesto pensando que era "una más" de zombies. O tal vez puede no gustarte el gore malo, o el bueno, o la sangre roja que fluye bajo nuestra piel. "One cut of the dead" arranca fatal, esa es la imagen que se quiere ofrecer, porque todo está tan bien medido que es obligatorio por mi parte elogiarlo.

La inteligencia está infravalorada, por eso películas como esta japonesa no tiene una mejor valoración general ni un millón de votos, detrás de cada plano hay un gran trabajo que mide cada plano, cada segundo de movimiento de cámara. Tanto en el corto dentro de la película como en el 'making-off' que a posteriori lo explica todo. Es un ejemplo de prodigioso trabajo en equipo con el pegamento más oportuno: el humor. Sin ese tono de comedia habría salido un homenaje tipo Ed Wood, tristón y alicaído, sin esperanzas, sin sonrisas. Para gustos los colores: yo me he descojonado con el tío que acaba potando porque va borracho como una cuba, con el que tiene cagaleras y hasta con la madre especialista en defensa personal.

El género de cine dentro del cine siempre ha existido, con mayor o menor éxito, siempre un sincero homenaje es bien recibido. Lo de esta película japonesa va más allá a mi juicio porque además somos testigos de una exhibición como pocas. Medir al milímetro cada movimiento de tanta gente no es fácil, pero además introducir errores que no lo son para que el resultado sea una comedia ya es rizar el rizo.

Qué buen trabajo!!! Me quito el sombrero, ojalá alguna vez en mi vida me acerque un poco a tanta genialidad...