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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
10
Drama El 6 de mayo de 1938, Hitler visita Roma. Es un día de fiesta para la Italia fascista, que se vuelca en el recibimiento. En una casa de vecinos sólo quedan la portera, un ama de casa, Antonietta y Gabriele, que teme a la policía por algún motivo desconocido. Al margen de la celebración política, Antonietta y Gabriele establecen una relación afectiva muy especial que les permite evadirse durante unas horas de la tristeza y monotonía de ... [+]
15 de enero de 2011
30 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las historias que llegan así, con la mayor sorpresa, sin aviso alguno, sin esperarlo ni imaginarlo, son las que hacen que piense que el cine es una forma de expresión especial. "Una jornada particular" se ha convertido de repente en un título de diez, diré por qué.

Una película se convierte en única cuando los actores combinan perfectamente con la historia, cuando no hay nada que se le pueda echar en cara, nada sobra y nada falta, todo fluye inevitablemente, lo diré claro, una película es especial cuando te toca el alma, cuando sientes y padeces como si aquello fuera real, cuando el interior se altera necesariamente, aunque te encuentres ante una pantalla de TV, aunque eso sea ficción. "Una jornada particular" me ha sorprendido porque me ha dolido, puede que porque se trata de una de las historias con el derroche de sentimientos (por parte de la pareja protagonista) más intenso en tan breve espacio de tiempo que haya visto nunca. Se conocen y se despiden en... el tiempo que dura un mitin fascista!! Con mayor acierto no se pueden hacer las cosas, pocas veces he visto a dos actores interpretando a tan elevada altura a la vez.

Y duele, duele mucho. La conjunción tan arriesgada de la esencia de ambos, se puede leer en las sinopsis, un homosexual y una ama de casa adicta al régimen fascista, me ha hecho dudar de que el resultado pudiera ser destacable.

Entonces he visto la soledad de él, he visto la soledad de ella; he sentido la soledad de ambos, el querer y no querer de ella, la lucha interior de él; las razones, las de él, las de ella, sus almas, puede que la mía también, gritando; un encuentro casual que se convierte en trascendental para su vida, la de ella; la amargura, la desdicha, la de los dos; mirar por la ventana para buscarlo, eso ella; buscarlo y no encontrarlo, eso ya no será posible, a partir de entonces lo llevará siempre dentro suyo.

Y tantas, tantas cosas más; puede que sea verdad aquello de que el amor cuando duele, es porque es amor de verdad.
Luisito
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