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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
8
Drama. Romance Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2011
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se hace difícil escribir sobre una película como "Candilejas" cuando, como en mi caso, ha estado en mi punto de mira personal desde hace tanto tiempo. A la vez, se ha escrito tanto, y tan bien, que poco puedo apuntar nuevo, es como escribir que su banda sonora es una obra de arte, todo el mundo está de acuerdo con ello, o que irradia sentimiento en cada minuto, esperanza, amor, amistad y optimismo. Todos podemos coincidir en eso, en que la última escena es una joya, no sólo por la actuación junto a Keaton, para mí es de una fuerza emocional inigualable que la bailarina Claire Bloom se recree en el escenario sin saber lo que sucede entre bastidores... Llegar ahí, al final, también supone mirar atrás y reconocer el camino recorrido desde la primera aparición y presentación del maestro Chaplin, o Calvero, para el caso es lo mismo.

Diré, porque se lo merece, que la recomendación de "Candilejas" viene de la mano de mi amigote Mohinder, seguidor devoto de Chaplin y defensor incansable de sus virtudes. No le faltan razones para recomendar esta despedida en forma de autorretrato, lo que sucede es que yo llego aquí sin haber curioseado demasiado en su obra y puede que mi desafección con todo lo que tiene que ver con los melodramas me impidan elevar la nota de "Candilejas". Y eso que tiene cosas de diez, insuperables, jamás vistas antes (ni oídas, esa banda sonora, qué genialidad...) y sobre todo una historia que desprende lo mejor del lado humano a través del veterano Calvero.

La verdad es que más bueno no se puede ser, como mi amigo Mohinder (puede que me haya pasado ahora...), es un canto a la vida constante, un verdadero ejemplo. Podemos reír y llorar, como la vida misma, ambas cosas son buenas y sobre todo de la mano de un hombre al que no le hace falta hablar para transmitir (eso queda ampliamente demostrado) y sin embargo cuando lo hace, todo está muy bien dicho. Imprescindible porque es historia del cine y porque es muy buena. Además, qué leches!!, yo brindo por Chaplin por su tendencia socialista y porque al exiliarse de los USA decidió no volver más allí.
Luisito
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