1917 a vuelto a relucir todo el postureo cinefilo y periodístico que tanto abundan en estos tiempos locos. Ciertamente la película es brillante en el lado estético y la realización es virtuosa, pero Sam Mendes abusa del recurso (que es solo un recurso) llamado “plano secuencia” y nos relata cómo es caminar en una trinchera,como se corre en otra trinchera o como se busca a alguien en una trinchera, ya que, el guion o el desarrollo de personajes está vacío, y al final solo son dos personas andando del punto A al punto B, simple, muy simple. Entiendo que hoy en día prime más la forma que el fondo, pero que la crítica la aclame como una obra maestra es para hacérselo mirar, una obra maestra debe de emocionar, debe de retorcerte el estómago y achicarte la garganta. Las escenas dramáticas carecen de empatía ya que no conoces a los personajes, el deux machine (otro recurso de guionistas sin muchas ganas de trabajar) es parte esencial del argumento, el director de doblaje creo que ha fallado en cada elección y la BSO resulta épica en momentos donde no pasa nada.
Ha todo esto recalcar la fotografía, el vestuario y decorados siendo realmente muy muy buenos.
En conclusión película como las fotos en Instagram, muy bonitas pero tan vacias que dentro de 10 años nadie las recordara.