“La mujer del obispo” nos presenta una historia de tono ligero y ambientación navideña de fondo, protagonizada por Cary Grant. Se trata de una producción agradable, sin grandes sobresaltos, que cuenta con el encanto de lo clásico, pero también es una que no ha conseguido convencerme del todo a nivel argumental.

El argumento arranca con moderado interés, pero a partir de ahí, y conforme se acerca el final, vemos que todo se desarrolla de un modo muy irregular en términos de guion. Los actores principales cumplen a nivel de presencia, pero sin destacar demasiado, en gran parte por las irregularidades de guion que comento. Cary Grant y Loretta Young están correctos en sus papeles, pero David Niven está tremendamente desaprovechado. Por otro lado, el personaje de Cary Grant se queda desdibujado, sin que esté demasiado bien plasmado qué es lo que pretende exactamente o si sufre algún tipo de evolución durante la trama. Esto es trasladable al desarrollo del argumento en general, ya que es el personaje de Cary Grant el que sirve de motor de la historia.

A pesar de los aspectos negativos que menciono, se trata de una obra de aroma clásico agradable de ver, relativamente interesante, y disfrutable para los amantes de las cintas navideñas tradicionales con referencias religiosas. Aun así, por mi parte debo reconocer que no he terminado de conectar con la historia, y que tampoco me ha divertido demasiado como comedia. El desarrollo del argumento y las acciones de los personajes no me han convencido a la hora de plasmar en pantalla la historia que parece que se nos quiere contar, y la sensación general que me queda es de que le falta solidez a la propuesta.